La pregunta que muchos nos hacemos, ¿Estamos preparados para una eventual arremetida de la naturaleza?
La costa colombiana que en muchos lugares está sumida en el abandono producto del saqueo indiscriminado, ahora se le suma no solo la pobreza y la falta de oportunidades, sino también la amenaza de la naturaleza con eventos sísmicos y posiblemente huracanes e inundaciones.
El municipio de Sitionuevo en el departamento del Magdalena, que desde que uno llega huele a pobreza y en algunas partes a miseria, fue sorprendido el martes 5 de marzo, día del entierro de Joselito carnaval, con un sismo de magnitud 4.3 y con una profundidad superficial menor a 30 kilómetros, según lo reporto el servicio geológico colombiano. Afortunadamente no hubo pérdidas humanas y solo diez casas sufrieron afectaciones.
A pesar, de su baja magnitud se logró sentir en Barranquilla y Santa Marta. El susto fue total, las redes sociales de inmediato se activaron, ¿será que aguantaremos un golpe de grandes proporciones? La verdad que Dios nos coja confesados ya que es difícil definir si estamos preparados.
