“Si te inspira ser zapatero solo quiero que seas el mejor” Diomedes Díaz
Hace 70 años, un grupo de amigos, arrancaron el negocio de remendar zapatos, iniciaron a un costado de la iglesia San Nicolás, luego pasaron a la calle 33, y hoy nuevamente están en la carrera 42 donde comenzaron.
Ya muchos han muertos. De la vieja cochada solo quedan: Alberto Sandoval, Luis Grecco y Rafael Capella.
Varios eran zapateros de profesión en talleres, otros solo ayudantes y llegaron a convertirse en los zapateros de la comunidad barranquillera. Cuando terminaban su faena, compartían una o dos medias de ron blanco.
En la época de oro, esa zona en San Nicolás, se convertía en estación de taxis y era un sitio visitado por el hermano del pollo barranquillero, Marco el “loco” Pinedo, quien ponía la nota alegre en el sector.
Alberto Sandoval, se convirtió en el zapatero del equipo junior, Lucho Cúcuta y Orejita Núñez, lo recomendaban con los jugadores para que le arreglara los guayos, Alberto se siente orgulloso de haberle arreglado el guayo al tigre falcao.
Desde el año 2000 hasta la fecha, se ha presentado una disminución en la fabricación de calzado, según Sandoval, existían en la ciudad más de 50 talleres que generaban empleo y por ende se fabricaba buen zapato. “cuando el zapato era original, de cuero, nuestro trabajo era rentable, hoy el zapato es de suela de caucho, desechable y barato”.
“con nuestro arte de zapatero, nosotros ayudamos al pueblo, le arreglamos los zapatos, mientras pueden comprar unos nuevos” Alberto Sandoval.
Martin Barros, es un joven que tiene 19 años de edad, y se rebusca en la zona de zapateros en el puesto de su tío, es su ayudante, “lo hago para ayudarme, cuando hago mi trabajo y que la gente se va contenta, siento mucha alegría.”
Luis Miguel Gámez García, Qepd, duro más de 50 años, como zapatero remendón, su hijo Luis Miguel Gámez, heredo su arte, desde los 10 años comenzó ayudarle y aprender de su padre como se arreglaban los zapatos, para Luis, la zapatería es todo, es el sustento para su familia y se siente orgulloso de dedicarse a ese oficio.
Hoy estos zapateros, están asociados como Organización de Zapateros Estacionarios de San Nicolás, bajo la personería jurídica 118 de 23/93. Son 25 los que ocupan sus puestos y se ganan de 30 a 50 mil pesos diarios.
Los zapateros de San Nicolás, agradecen a la administración actual, ya que le han respetado su derecho al trabajo, han tenido buen tratado y no han tenido problemas con las personas encargadas del espacio público.