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Por: Psicóloga Deisy Fernández Orozco
Sin duda alguna el COVID 19 ha llegado a generar una serie de cambios, que para muchos ha sido un verdadero drama, lleno de dolor y frustración por las pérdidas sufridas, llámese humanas y/o materiales, pero para otros ha sido la oportunidad de un nuevo comienzo. El mundo entero ha tenido que reaccionar y actuar, dejando de un lado todo lo que probablemente era lo más importante, antes de la pandemia, para darle prioridad a la vida
Ahora bien, es cierto que las medidas preventivas asumidas por nuestro Gobierno han ocasionado un impacto, en todas las áreas, económicas, social, emocional y que son percibidas de una forma negativa, pero aun así, el CORONAVIRUS también ha llegado a dejarnos una lección, nos ha obligado a reinventarnos a reevaluar nuestra posición frente a la vida y a sacarnos de las zonas de confort, para ser más emprendedores, recursivos e innovadores. Por tal razón es preciso reconocer que el COVID 19 también tiene un lado positivo.
FORTALECIMIENTO DEL AREA ESPIRITUAL: Todos los seres humanos necesitamos creer en algo para tener la tranquilidad que las situaciones adversas, nuestras necesidades o sueños tendrán una solución. Ante cualquier momento de crisis, se hace casi indispensable tener Fe, depositar nuestra energía negativa en algo o en alguien que minimice la carga emocional ocasionada por ese evento y nos permita transformarla en pensamientos positivos. Partiendo de esta premisa, este ha sido un tiempo especial de reflexión, de introspección y de evaluación que nos permitirá asumir nuevas posturas. El confinamiento no has dado la oportunidad de encontrarnos con nosotros mismos, de confrontarnos y de afianzar la FE, desde una perspectiva renovadora, que marcara el inicio de nuevas oportunidades
CAMBIO DE HABITOS: El confinamiento ha obligado a las personas a dejar hábitos negativos, que no sólo afectaban la economía de sus hogares, sino que además afectaban su salud y generaban relaciones disfuncionales en la familia. La autorregulación ha sido el aspecto intrínseco líder en este proceso, algunas personas se han visto en la necesidad de revaluar sus comportamientos, tomando control de sus pensamientos y emociones, para emprender nuevas acciones.
EL MODELO DE ESTRUCTURA FAMILIAR SE HA REESTABLECIDO EN ALGUNOS HOGARES:
Los patrones de interacción entre los miembros de la familia se han vuelto más funcionales, la comunicación asertiva, la interacción y el compartir actividades cotidianas han contribuido a que muchos hogares hayan rescatado la armonía y el respeto por la identidad personal de cada integrante. El contar con el tiempo disponible ha contribuido al bienestar común y al disfrute de los momentos compartidos.
LA NATURALEZA HA VUELTO A RESPIRAR: Los niveles de contaminación ambiental han disminuido, ha mejorado la calidad del aire, en algunas ciudades, se puede respirar una atmosfera más limpia, algunos animales se han hecho presente en escenarios que los humanos habían invadido de forma egoísta, el planeta tierra se ha pronunciado y nos está exhortando a los humanos a ser más responsables y cuidar los recursos naturales.
