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Por: Roque Ortega Murillo

El presidente de los EE. UU Donald Trump y  la alcaldesa de Bogotá Claudia López, cada día que pasa, dejan en evidencia una pobreza de inteligencia; el uno, para disipar las manifestaciones en la que se exige justicia y cese la violencia contra la comunidad negra, y la mandataria de la capital, de Santa fe de Bogotá, mostrando su talante dictatorial e improvisación en el manejo del COVID-19. Ambos apelan a la represión y no al dialogo como camino civilizado para llegar a acuerdos fundamentales.

EL DESESPERO DE TRUMP

A pesar que Trump estaba saliendo airoso en la manera como hasta ahora había sorteado la situación: cómo ha afectado el CORONAVIRUS a la población norteamericana y se ha convertido en el país con más contagiados y decesos en el planeta. Pero, ahora las cosas se le están poniendo difíciles con su aspiración a un segundo mandato: enfrenta el levantamiento masivo de un país lleno de indignación por la muerte George Floyd, en manos de un policía en la ciudad de Minneapolis. El presidente ha pelado el cobre mostrando su mediocridad, amenazando y desafiando a los protestantes con desplegar a la Guardia Nacional para aplacarles, ha tildado a los alcaldes y gobernadores de timoratos y débiles por dejar a la izquierda radical detrás de estas marchas. No ha sido, el presidente, lo suficientemente inteligente para unir al país en estos momentos críticos, antes, por el contrario, apela y recurre a la violencia para frenar la protesta.

Hasta el expresidente George Bush curiosamente, miembro de su propia colectividad política: el Partido Republicano, ha criticado a Trump y rechazado el posible uso de la Guardia Nacional, además, se ha declarado partidario de un “cambio radical” contra el racismo sistémico en los EE.UU.

LA ALCALDESA TIRANA

Soy de los que creo que  deberíamos dar la oportunidad a una mujer  para gobernar  el país, que se muestre, así como la Canciller de  Alemania Ángela Merkel, como una mujer inteligente y sagaz, pero aquí en Bogotá cada día que pasa Claudia López muestra un carácter de tirana, de oportunista política, y se  aprovecha  del panmiedo del COVID-19 sin  generar confianza y tranquilidad a la población; no ha sido capaz de generar tampoco medidas alternativas para evitar la propagación del virus; sus únicas medidas han sido el  uso de la fuerza y la represión. En buena hora se cayó uno de los párrafos del decreto 131 del 2020 en donde obligaba, por medio del registro en una “app”, solicitar permiso para la movilidad.

En días pasado en medio del panmiedo COVID-19, la alcaldesa, desalojó a más de 90 familias de una invasión en los Altos de la Estancia, Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá y sin consideración alguna utilizó el ESMAD. El cuerpo policial actuó violentamente arrasando los ranchitos y los cambuches, similares a las casas de cartón descritas en la famosa canción de Alí Primeras interpretada por el grupo Los Guaraguos de Venezuela

Qué triste se oye la lluvia/ en los techos de cartón/ que triste vive la gente/ en las casas de cartón

Entre tanto, aproximadamente 350 venezolanos levantaron carpas en un separador ubicado en la autopista norte de la ciudad de Bogotá. Allí llevan varias semanas viviendo a la intemperie en cambuches construidos con bolsas de plástico. Las condiciones insalubres e infrahumanas en que se encuentran los hermanos venezolanos son dramáticas, por estos días han tenido que soportar las lluvias y el helaje de la noche, sin recibir la ayuda de la alcaldía. ¿Dónde está el dinero de la ayuda internacional para estos migrantes?

REALITY SHOW DE DUQUE

Por otro lado, el incompetente presidente Iván Duque continua con su show de televisión diario contándonos los pormenores del CORONAVIRUS, y haciendo falsas promesas como la de tener listas las unidades de cuidados intensivos en esta cuarentena. La ciudadanía se pregunta en qué se han invertido los 43 billones de pesos en la emergencia. Ese dinero no está llegando a los sectores marginales. Por ejemplo: en el departamento del Valle del Cauca, han muerto 13 niños por desnutrición y no estamos en África. Las madres están desesperadas porque no están recibiendo ayudas por parte del gobierno y no tienen como alimentar a sus hijos. Así, el COVID-19, encuentra un terreno abonado para atacar a los infantes famélicos y anémicos.

Cabe recordar que los políticos y la prensa se rasgan las vestiduras por la llegada al país de la Brigada de Asistencia fuerza de Seguridad. Siempre ha habido militares norteamericanos en nuestro territorio. ¿Quiénes vigilaran a estos combatientes que actúan como mercenarios para que no   sigan cometiendo vejámenes sexuales con nuestras niñas?  Según el gobierno vienen a ayudarnos a asesorarnos a combatir el narcotráfico. Nos llama la atención que una de las actividades que vienen a realizar esta brigada de “angelitos” es fortalecer la promesa de defender los ideales y valores compartidos: ¿Serán valores guerreristas?… ¿solidificar el racismo?… ¿no consolidar el proceso de paz? ¡La vienen a pasar bueno! Sabemos que a estos soldados les encanta el consumo desaforado de drogas.   En el pasado cometieron esas “fechorías” y por esos delitos no hubo castigo alguno. ¡Vaya doble moral¡¡Los gringos acusan a sus enemigos de violar los derechos humanos! ¿Acaso asesinar negros por la policía frecuentemente y violar niñas no es infringir esos derechos? Duque debe estar feliz: Los militares del norte traen como misión especial apoyar la paz regional. ¡No seamos pendejos!, el presidente colombiano quiere jugar a la guerra contra Venezuela y el presidente Trump, nos va utilizar de gancho ciego para preparar una invasión al país bolivariano y así derrocar la dictadura de Maduro.

DESPIDOS Y AMENAZAN A LOS MEDICOS

La situación de la inestabilidad laboral de los médicos es dramática. Siguen los despidos masivos de los facultativos sin derecho a reclamar la protección a sus colegas y demás personal sanitario porque son despedidos efectivos sin justa causa, tal como sucedió esta semana con la joven medica Alejandra Dulcey Mejía en la ciudad de Barraquilla. Por otra parte, en otras ciudades son amenazados y satanizados los médicos por ser posibles portadores del virus. El miedo ha generado esta situación triste. Mientras que el señor presidente los llama héroes al mismo tiempo los tienen abandonados, sin protección alguna y se la pasa expidiendo decretos a diestra y siniestra, pero ningún decreto que ampare a los galenos y les garantice su estabilidad   laboral en medio de la pandemia. Esta semana en Florida Blanca, Santander, una clínica le rebajó el diez por ciento del sueldo al personal médico. ¡Que vaina!

EPÍLOGO

Ojalá al señor Trump no se le ocurra repetir la aciaga masacre cometida el 30 de mayo de 1921 cuando en Oklahoma, uno de los barrios más prósperos de negros fue bombardeado por aviones privados, provocando la muerte a más de cien personas y dejando a miles sin hogar. El hecho fue generado por un joven de 19 años quien se dirigía a un baño sólo para negros y accidentalmente tropezó con su brazo a una joven blanca; alguien vio el incidente y lo acusó inmediatamente de intento de violación y muy a pesar que la chica Sarah dijo que había sido solo un accidente. Hoy día, el actual presidente de los EE. UU, desaloja con balas de goma y gases lacrimógenos a una multitud de manifestantes pacífica cerca de la Casa Blanca, solo para vanagloriase y tomarse una foto en frente de una Iglesia, mostrando una biblia en la mano. Este sátrapa sale con cualquier estupidez para hacer proselitismo político en mira de reelegirse nuevamente y es capaz de cualquier fechoría para conseguir su propósito de ansias de poder.

Mientras tanto Claudia López se ensaña con la población utilizando el miedo y la represión como únicas medidas preventivas, sin importarle que miles de habitantes de la ciudad se ganen el sustento diariamente. Muestra su poder en medio de una situación de hambre. Sin embargo, el otro día, ella misma infligió la ley cuando fue sorprendida con su pareja en un supermercado y no hubo sanción para ella. La alcaldesa compite con el señor Duque, a ver quién de los dos maneja mejor la emergencia provocada por el COVID-19. Claudia asegura que, de no ser por la medida de simulacro implementada por ella, Bogotá hoy sería una ciudad llena de muertos, peor que Guayaquil. No era más fácil haber tomados las medidas desde el mes de marzo como lo hicieron Alemania y Portugal.

Sin duda, el mudo carece de líderes sabios, humanistas y no politiqueros, ególatras, megalómanos tanto de derecha como de izquierda, ninguna corriente política ha mostrado el camino para construir una sociedad más justa, solidaria, menos inequitativa y sobre todo que respete la dignidad del ser. Antes, por el contrario, cada día que pasa los mandatarios son más estúpidos y la sociedad civil más imbécil porque terminan votando por sus verdugos. ¿Cómo es posible que el presidente de los EE.UU. autorice inyectarse desinfectante para curar el CORONAVIRUS? Lo peor del caso, es que muchas personas le hicieron caso, y desde luego, muchos terminaron intoxicados. EL mundo añora a estadistas como Winston Churchill, o un humanista como lo fue Nelson Mandela. ¡Oh bendito CORONAVIRUS, mándanos a un líder sabio que sea libertario, que crea en una economía solidaria, que no sean ultra godos y retardatarios! Lamentablemente, en este país hasta los liberales de la izquierda se godificaron. Nos dice un verso del Tao te chin en uno de sus poemas: “Por eso el sabio al gobernar/ vacía de deseos los corazones/y llena los estómagos” Eso esperamos de nuestros dirigentes, que alimenten a el pueblo y que no engorden sus bolsillos o que no se repita el servilismo de aquellos alcaldes de provincias que cierran plazas de mercados en donde tristemente se han podridos toneladas de alimentos, según ellos para evitar la propagación del virus, mientras los supermercados de sus jefes han permanecido abiertos. Allí, el COVID-19, nunca llegará.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa  responsabilidad del Autor.

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