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Por: Jennifer Rueda Martínez
Comunicarnos es tan necesario sobre todo en este tiempo de pandemia en el que es tan difícil estar cerca los unos con los otros y tenemos que valernos de las ayudas tecnológicas para poder hacer llegar nuestro mensaje a las demás personas y que además conserve la intención que buscamos transmitir al receptor.
¿Pero qué pasa cuando esta comunicación que para la mayoría tal vez es muy normal que funcione muy bien, para otros es difícil hacer uso de ella? es por esto que en este artículo quiero hacer referencia al trastorno del lenguaje el cual es uno de los tipos que hace parte de los trastornos de la comunicación, el cual menciona las dificultades que existen en el habla, el lenguaje y la comunicación, a continuación les doy una breve explicación de cada uno de estas partes.
El habla, hace referencia a la producción de sonidos e incluye la articulación, la voz, la fluidez y la capacidad resonancia de un individuo. El lenguaje por su parte se refiere a la forma, es decir si lo vamos hacer por medio de la palabra hablada, palabra escrita, lenguaje de señas o imágenes y la comunicación tiene que ver con el comportamiento sea verbal o no verbal, intencional o no que influye sobre las ideas, pensamiento y actitud de otro individuo.
Para hacer un diagnóstico se deben tener en cuenta el cumplimiento de unos criterios:
- Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus modalidades (hablado, escrito, señas u otro) debido a dificultades de la comprensión o la producción que incluye un vocabulario reducido, una estructura gramatical limitada y un deterioro del discurso.
- Las capacidades del lenguaje están notablemente por debajo de lo esperado para la edad, lo que produce limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral.
- El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del periodo de desarrollo.
Como profesional de Psicología recomiendo, tener en cuenta los antecedentes del paciente, observar muy atentos el proceso de desarrollo de los niños, porque si bien es cierto que todos afortunadamente no somos iguales y no hacemos las mismas cosas en los mismos tiempos, si existen unos parámetros relacionados con lo que debemos lograr hacer dependiendo la etapa del desarrollo en la que nos encontramos, existe una edad cronológica y una edad mental y ambas deben estar equilibradas. Observar si la dificultad se da en todos los escenarios en los que se mueve la persona (casa, colegio, trabajo, espacios sociales); Ya habiendo identificado una dificultad en la comunicación buscar ayuda lo antes posible entre más temprano se aborde, más esperanza hay de alcanzar resultados favorables; iniciar un tratamiento con el grupo de profesionales y especialistas pertinentes para el caso, ejercitar al paciente no solo durante el tiempo que dure la sesión sino sacar espacios diarios para practicar en casa, aprovechar los primeros años de vida para estimular, hablar claro, llamar las cosas por su nombre, evitar los diminutivos, no reforzar la seña cuando sabemos que hay capacidad para el lenguaje hablado, en lo posible escolarizar, el contacto con los pares trae resultados maravillosos en la perseverancia y logro de los objetivos, escuchar música, cantar, leer cuentos que sean de su agrado, practica de lectoescritura si es posible.
¡¡Nunca!! Tomar una actitud burlesca, despectiva, colocar apodos o etiquetas, siempre motivar con amor y paciencia para evitar problemas de autoestima, inseguridad, retraimiento, introversión, frustración y por el contrario la persona acepte su condición trabaje en ella y se sienta apoyado por sus seres amados para estar fuerte al momento de salir enfrentar la implacable sociedad.
¡¡Juntos podemos buscar la solución y hacer la diferencia!!
Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Jenniffer Rueda Martínez, Psicóloga @psicojennifferrm