Telatiroplena.com, periodismo serio, social y humano

Por: Jorge Vergara Carbó

‘Marica’ el último es un dicho coloquial muy utilizado en Colombia y otras partes del mundo, que quiere significar lo siguiente: “Frase de desafío que se dice cuando hay algo bueno que todo el mundo quiere (irse pronto, lograr algo escaso, coronar un negocio, ser el primero etc…), ya que el que no lo consiga será considerado algo malo”.

Hago mención a ese término, porque en el país se ha desatado una competencia para ver quién se enriquece primero. Los valores se han perdido, No importa el medio utilizado, sí es por: narcotráfico, lavado de dinero, evasión y elusión tributaria, fuga de capitales, detrimento patrimonial al erario público en la contratación de obras públicas y servicios o con las concesiones y por  decisiones equivocadas por las  juntas directivas de las empresas  industriales y comerciales del Estado.

Lo importante es enriquecerse de la manera más rápida y fácil, hay que coronar como sea. Parece que existiera una competencia entre los corruptos y no se sonrojan en mostrar sus nuevas fortunas , construyendo casas y apartamentos a sus gustos con valores por encima de los $1.500 millones, luciendo carros de alta gama con chofer y guardaespaldas, y por supuesto suntuosas fiestas en el  matrimonio de sus hijos o en su fiesta de cumpleaños..

Esa es nuestra realidad, no la podemos negar, con ella vivimos hace más de 40 años, cuando la economía empezó a narcotizarte, primero con la marihuana en la Guajira, César y Magdalena, que muy bien describieron los periodistas José Cervantes Angulo en “La Noche de las Luciérnagas” y Juan Gossain en  “La “Mala  Hierba”. Ambos demostraron como la “Bonanza Marimbera” alteró para siempre el tejido social colombiano con su desbordado influjo de dinero y muerte. El país a partir de ese momento fue otro. Una vez abiertas las puertas por parte del negocio de la marihuana y sus contactos principalmente en los Estados Unidos, su gran consumidor y hoy principal productor de marihuana en el mundo, surgió en Barranquilla un negocio nuevo que generó mucho dinero a sus promotores y que era más fácil traficar fueron las pastillas “Jumbo”, y en tercer lugar la cocaína

.

Esos negocios dieron paso a otros delincuentes: los “lavadores de dinero”, personas o empresas dedicadas a legalizar el torrente de dólares que generaba el narcotráfico, lo que permitió que fueran permeadas la mayoría de las Instituciones colombianas. Es un karma que arrastramos desde entonces de ser un Narco Estado. Lo que generó una ola de corrupción que no hemos podido frenar y que en el actual gobierno con todo y pandemia se ha incrementado hasta el punto que el presidente Duque y el Centro Democrático con su jefe a la cabeza, nos están llevando “ellos sí”, a convertirnos en un Estado fallido. Un gobierno que controla todos los órganos de control y los principales cargos, es peligroso. Eso no es democracia. Estamos a un paso de la dictadura civil y prueba de ello es que el gobierno del presidente Duque, ha usado los poderes de excepción para legislar, emitiendo 115 Decretos legislativos, con fuerza de ley, ante la pasividad de un Congreso que  prefiere callar, y una Corte Constitucional que demora en revisar esos Decretos para salvaguardar la Constitución del 91. Es lo que pasa hoy en Venezuela, que es una dictadura civil porque el poder lo ejerce una persona civil, es decir, no perteneciente al ámbito militar

.

Hoy nadie se asombra de los actos de corrupción que se logran conocer en el país: Parecería que ese dinero que se sustraen ilícitamente no fuera de todos los colombianos. Hemos llegado a tal grado de indolencia, que nada nos duele. Nos da lo mismo que se roben la plata del presupuesto público. No hay un seguimiento, ni vigilancia de los procesos, que se inician por los Organismos de Control del Estado, cuando se atreven a abrirlos. Son entidades de “mucho Tilín-Tilín y nada de paletas. Los pocos procesos que abren duermen el “sueño de los justos” cuando están involucrados amigos de régimen. Se convirtieron en entidades mediáticas sin resultado alguno, y perseguidoras de los pocos opositores al gobierno de turno.

CASOS RECIENTEMENTE DENUNCIADOS DE POSIBLE CORRUPCIÓN.

En un escrito reciente denunciamos un hecho que tiene que ver con la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla, el Comité Intergremial del Atlántico, Argos, Promigas y otras personas naturales y gremios. El caso es que la Aero Civil, les reclama $34.384 millones, más los intereses moratorios respectivos, lo que a valor presente significan $126.151 millones. Reclamación que hace desde el año 2012, por no haber invertido esos dineros que se los entregó la Aero Civil, para que remodelar las pistas de aterrizaje y realizarán mejores locativas, sin que a la fecha de hoy lo hayan hecho. De este acto de corrupción en la ciudad nadie habla, lo tenían callado. Los medios con contadas excepciones denunciaron el hecho, sin que el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de barranquilla y el presidente del Comité Intergremial, y los otros involucrados se pronuncien sobre el tema  Los medios no solo callaron, sino que a pesar de haber sido denunciados recientemente siguen guardando silencio sobre el tema, a pesar del daño que le causaron al erario público y por supuesto a los barranquilleros, que perdieron la oportunidad de contar con un aeropuerto digno que pudiera competir por su ubicación geográfica con el aeropuerto Tucumán de Panamá y el del Dorado de Bogotá.

Otro hecho, que solo se ha quedado en comentarios, fue la decisión reciente del Banco de la República de vender el 1%, de las reservas internacionales que tienen en oro. Lo hizo entre el 26 de mayo y el 27 de junio, aduciendo la volatilidad del oro, por lo cual ellos no podían poner en riesgo nuestras reservas. Nada tan apartado de la realidad, porque países como los Estados Unidos y Alemania tienen el 70%, de sus reservas en oro. El precio del oro del 4 de agosto de 2019, al 4 de agosto de 2020, se incrementó en un 40% (ver artículo: Quienes se enriquecieron con la venta del oro en Colombia, de mi autoría).Vender a US$1,727 la onza, le  significó al país dejar de percibir unos US$320 millones adicionales, si hubieran vendido el 4 de agosto cuando el precio era de US$2.304 la onza. La pregunta es  ¿Quién se quedó con esa plata?.¿Será que el Banco lo dirá?

Igual podríamos mencionar la disminución de los encajes a los bancos en época de pandemia, en cuentas de ahorro y CDT, Esta disminución permitió liberar $10 billones, los cuales fueron prestados al gobierno generándoles a los bancos unos $500.000 millones, anuales de ingresos. Cuando ese préstamo bien podría habérselo hecho la Junta Directiva del Banco de la República al gobierno y ganarse esos intereses, que después regresarían al Estado.

Pero el hecho que rebosó el vaso, fue el préstamo otorgado por el Ministro de los “bonos agua” Alberto Carrasquilla, al concederle a la empresa Avianca un préstamo de US$370 millones de dólares. Una empresa quebrada, que no es colombiana, radicada en Panamá y con dueños extranjeros. Una empresa que en Bolsa vale US$52 millones. Un dinero perdido. Irrecuperable como el salvamento que se hizo a los bancos en los años 1.998-1.999, por Fogafin. Ese salvamento  nos costó $34 billones, de los cuales recuperamos $18 billones.

Otro caso aberrante, es el de la planta en los Llanos de Colombia, Bioenergy montada para producir etanol. El proyecto se estimó inicialmente en US$140 millones, y termino costando US$750 millones. Lo peor nunca logró funcionar y hoy está quebrada y en liquidación, y no le ha pasado nada a los culpables.

No podemos dejar pasar por alto, la reciente inauguración del inconcluso túnel de “La Línea”, cuyo presupuesto inicial según German Vargas Lleras fue de $629.000 millones, termino costando $4.04 billones, sin que la obra esté debidamente terminada, ya que faltan por construir 5 kilómetros en Quindío y 8.8 kilómetros en el Tolima, todos de doble calzada .¿Quién está preso por estos sobrecostos?

Ecopetrol invirtió US$1.500 millones de dólares, adquiriendo con esa inversión el 49%, de las acciones de OXY, con la finalidad de desarrollar proyectos no convencionales fracking en los Estados Unidos. Esa negociación se hizo en julio de 2019, a esa fecha OXY venía presentando una situación financiera preocupante, sin que Ecopetrol y sus directivos analizaran la situación. Los estados financieros de OXY, registraron  en diciembre de 2019, unas pérdidas de US$1.393 millones, y a junio 30 de 2020, sus pérdidas fueron de US$8.006 millones, y los atribuidos al grupo fueron de US$8.131 millones, producto de una baja en sus ingresos de US$3.363 millones, y en los beneficios brutos de US$2.823 millones., su patrimonio neto esta en US$23.346 millones, en seis meses se disminuyó en US$10.886 millones. Sobre este tema tampoco se sabe nada y nadie responde, son $5.6 billones invertidos ¿Qué dice la CGR y FGR?

Situación similar se ha presentado en los otros posibles casos de corrupción denunciados en los distintos medios de comunicación tales como: el de Odebrecht, el de Navelena, el de Reficar,, el de Electricaribe y su  venta reciente a Alberto Ríos y a EPM, el de  la Triple A, con los dineros robados y la apropiación de las acciones, el de la venta de Isagen, el de Hidroituango por cerca de $10 billones, el de las inversiones de EPM Panamá y Chile, que le siguen generando pérdidas,  el de las EPS y Secretarias de Salud, el del PAE, el de las viviendas, el de la hemofilia, el de las obras de infraestructura que terminan costando el doble o triple de lo presupuestado, el de los carteles empresariales como el del cemento, pañales entre otros, o el de la Reestructuración de la Planta administrativa de Universidad del Atlántico en la que han tenido que reintegrar a la mayoría de los trabajadores, afectando de manera lesiva sus finanzas..

Creíamos que la pandemia, frenaría la corrupción y ha sido todo lo contrario, parecen “caballos desbocados”

‘MARICA’ EL ÚLTIMO. EN COLOMBIA NO PASA NADA TODO ES FELICIDAD…

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor