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Por: Deisy Fernández Orozco

Todos los seres humanos pretendemos  amar y sentirnos amados, buscamos establecer relaciones afectivas, no sólo para satisfacer deseos sexuales, sino porque además, existe una necesidad inminente de compañía, protección, seguridad y beneficio emocional, que se obtiene a través del compromiso, el respeto, el amor, el deseo y la pasión. Desde esta perspectiva, el amor, no debe ser dañino, por el contrario, debe edificar la vida de quienes lo experimentan y contribuir al crecimiento permanente del  otro.

Ahora bien, existen diversas relaciones de dependencia afectiva, entre las cuales podemos destacar,  las que establecen algunos padres con los hijos, o las que surgen, a través de una amistad, e incluso entre compañeros de trabajo. Sin embargo, en este artículo, pretendo abordar, las relaciones de dependencia afectiva entre parejas, debido, a  que son más complejas y peligrosas,  ya que una situación no resuelta desde la objetividad y el raciocinio,  pueden terminar en actos de violencia física, llegando incluso, a causar  la muerte.

Es importante que la pareja construya la relación  bajo parámetros de convivencia sólidos, que haya equidad, comunicación efectiva, solidaridad, consideración, negociación permanente,   acompañamiento en el proyecto de vida, que cada uno desde su individualidad pretenda lograr y sobre todo, humildad y tolerancia. La madurez psicológica juega un papel fundamental, permite visionar al otro como parte de un todo, en donde las fuerzas se unen para el bienestar común. 

Es preciso entender, que en toda relación también hay diferencias, que obedecen a factores tanto internos como externos; el carácter, el temperamento y  las mismas presiones ocasionadas por los afanes de la vida, terminan influyendo, pero cuando se tiene la capacidad para discernir  que las dificultades,  hacen parte del proceso de crecimiento y que deben ser vistas como oportunidades de mejora,  que al ser bien manejadas pueden fortalecer los vínculos afectivos, la tendencia va, encaminada, a buscar soluciones. Se recurre a la asertividad a través de la empatía para lograr el equilibrio y la armonía en la convivencia, partiendo del respeto por el otro.

Cuando en una pareja no se evidencian estos elementos, estamos frente a un posible fracaso emocional y se corre el riesgo de convertirnos en títeres útiles para el otro. El amor no se ruega, no se mendiga, es un acto sublime de entrega absoluta, sin reparos, sin egoísmos, pero sin dejar de percibirte como una persona valiosa, capaz de defender tus intereses, sin pasar por encima de los demás.

La dependencia afectiva, no es sinónimo de amor, es un apego enfermizo, que te hace coodependiente,  incapaz de actuar bajo tus propios criterios, que te asfixia, porque sientes que tu mundo es el otro y aunque hayan momentos de lucidez, que indiquen la disfuncionalidad de la relación, optarás por seguir allí.

La falta de autoestima,  los miedos, los estilos de crianza y algunas situaciones no resueltas en la infancia, podrían ser una  predisposición para que hayan personas que busquen establecer este tipo de relaciones tóxicas, donde no es el amor lo que prima, sino una necesidad inmensa de compañía, que supone para ellos, estabilidad y seguridad aparente.

A continuación se mencionan  algunos  criterios,  con los cuales usted podría identificarse, si padece dependencia afectiva hacia su pareja:

  • Miedo al abandono: Hace todo lo necesario por mantener la relación viva, a pesar de no recibir lo que desea
  • Inseguridad Continua, con respecto al futuro: La relación es muy fluctuante, genera inconformidad.
  • Susceptible a ser manipulado: El otro siempre consigue lo que quiere, usted cede con facilidad a las pretensiones.
  • Negación de la realidad: Las evidencias de comportamientos inadecuados, los consejos o sugerencias de otros, se anulan.
  • Falta de Reafirmación personal: Complacencia y adaptación a todos los gustos del otro, dejando de lado los tuyos.

La buena noticia es que existe la posibilidad de cambiar la dinámica de tu vida,  toma el control, acepta la realidad y decide cambiarla.

Ten en cuenta estas sugerencias:

  • Afronta el miedo a la pérdida
  • Practica el distanciamiento físico, aléjate
  • Enfócate en otras actividades,( deporte, trabajo, estudio)
  • Fortalece otros vínculos afectivos(amigos, familiares)
  • Fortalece tu autoestima
  • Desarrolla tu inteligencia emocional, aprende a decir NO
  • Amate, valórate, reconoce tus fortalezas y cualidades

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor  Deisy Fernández Orozco, Psicóloga, especialista en pedagogía, Formación en psicoterapia, Escritora, Instagram: @Psico_deisy  deisye2012@hotmail.com