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Por: Luz Patricia Martínez Arias
Como seres humanos, nos encanta establecer metas y hacer planes. La mayoría de las veces es inteligente. Pero cuando nos obsesionamos demasiado en lograr nuestras metas y ceñirnos a nuestros planes, bloqueamos nuestro propio camino. Creemos que sabemos qué es lo mejor para nosotros. Seguimos sin descanso el camino de nuestro ego. Y lo hacemos a expensas de nuestra conexión con la divinidad.
Dios te habla por medio de tu intuición. Cuánto más fuerte sea tu conexión espiritual, más clara será esta voz interna y así podrás tomar decisiones y acciones más sabias.
Vivir en desconexión con la guía divina te impide manifestar el mayor bien para ti y para quienes te rodean.
Recuerda siempre que todo está sucediendo a tu favor, especialmente en esos momentos en que todo sale de la manera en que menos lo esperas. Cuando la vida te cambia los planes confía, porque estás siendo redireccionado hacia el camino más adecuado para ti.
Para permitir que la presencia del amor brille en cada área de tu vida, debes llenarte de fe, en ti mismo, en tu potencial y en la divinidad.
La esperanza es la energía que nos lleva cuando perdemos de vista nuestra fe espiritual. La esperanza nos recuerda el poder del amor y despeja el camino hacia el bien supremo para todos.
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Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. @irradiatuluz
