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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez.

“La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros” Noam Chomsky

El estallido social por el cual atraviesa Colombia en estos momentos, es el resultado de una cantidad de factores negativos, que hoy pasan las facturas de una manera fuerte, violenta, y muy preocupante.

La Constitución Nacional de 1991, es bien clara, pero que en la práctica no se logra su cometido.

“Artículo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”

“Artículo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”

Hoy, vemos con preocupación, que si una persona se revela y logra demostrar que su pensar es diferente a las pautas establecidas, que no son dadas bajo el rigor del respeto y la congruencia con lo establecido en la Carta Magna, es mal vista, estigmatizada y hasta señalada.

Este momento traumático por la cual estamos pasando, nos esta llevando a la discordia, a los malos entendidos, a las disputas y discusiones entre familiares, amigos y vecinos, por el solo hecho de pensar diferente.

Pensar diferente, en Colombia se ha convertido en un grave delito, y se corre el riesgo de ser: Aislado, amenazado, torturado y hasta asesinado. Muchas personas se hacen la siguiente pregunta ¿Hablo o mejor callo?

Pues hemos escuchado a las nuevas juventudes y a las nuevas ciudadanías de Colombia expresar: ¡No, nos vamos a callar y saldremos a las calles a reclamar nuestro derecho a vivir, vivir dignamente!

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Estas nuevas ciudadanías, que prácticamente, están en el alto grupo de la población que no cuentan con oportunidades para garantizar un progreso, que han sido excluidas, maltratadas, golpeadas, estigmatizadas, censuradas, pisoteadas y manipuladas; por un estado indolente, egoísta, con unas dirigencias políticas narcisistas, sociópatas y megalómanos, que con sus conductas un tanto maquiavélicas, durante 70 años han sometido al pueblo a unas tortuosas guerras que deja plasmada la desigualdad, el hambre, la pobreza y hasta la falta de amor propio.

¡El despertar! 

Hoy, los miembros del gobierno, los corruptos, los politiqueros, los mafiosos, los atenidos y mantenidos por el gobierno y los empresarios de dudosa procedencia; ven con preocupación que la gente esta por completar un mes de protestas, marchas y escándalos. Y solo manejan el discurso de “la izquierda, el castrochavismo, el comunismo” pero no se han dado cuenta que lo que ocurre es que solo, las nuevas ciudadanías han abierto los ojos.

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1.Estudiantes

2. Artistas

3. Ambientalistas

4. Feministas

5. Población LGBTIQ

6. Afros

7. Indígenas

8. Animalistas

9. Académicos

10. Sector juvenil Cívico

11. Defensores de derechos humanos

12. Población en condición de discapacidad

13. Centrales obreras

Entre muchas más, que hoy están diciendo: “queremos ser escuchadas y que se respete nuestro derecho a pensar diferente, a vivir un presente digno y a vislumbrar un futuro maravilloso”

¡Los acuerdos se deben lograr, a pesar de nuestras diferencias!

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