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Por: Roque Ortega Murillo.
Ante la ola de protestas que empezó esta semana en toda la nación, el Emperador se encuentra reunido con sus ministros para tratar de buscar una solución al conflicto de los alimentos en contra de la Sal. El primero que inició el levantamiento fue el Arroz, luego se le sumaron las Carnes y los Pescados. La revuelta empezó debido a que dichos alimentos se cansaron de que les salarán exageradamente. El líder de la revuelta a cargo es el señor Salmón, quien no soporta tanta Sal en su cuerpo: “la gente no saborea mi exquisitez y además empecé a retener líquidos”. La propuesta fue acatada por el resto de los alimentos.
Las calles están enardecidas, y los gobernantes no están preparados para enfrentar tal situación. Hay barricadas por las calles, cortes de agua y luz y el servicio de transporte está suspendido. La marcha de los alimentos se dirige a la plaza de gobierno, donde la sal se encuentra atrincherada y protegida por el ejército de los transgénicos y de los aditivos. Todo apunta a una guerra civil.
Entre tanto la señora Sal emitió un comunicado pidiendo calma y haciendo un llamado al diálogo y a la reconciliación.
-Yo no soy responsable del salicidio. Me han utilizado, abusado y subyugado desde la antigüedad; como moneda de pago; por ello hubo guerras económicas; La palabra salario proviene de mí. Igualmente, tienen que reconocer, la importancia que representó para conservar y condimentar a los alimentos. No tengo la culpa que me agreguen aditivos y me blanqueen tanto. Este imperio es racista. Soy una víctima. Por ello pido sensatez para llegar a un acuerdo civilizado.
El Trigo y el Maíz salieron en defensa de la señora sal.
– ¡Nosotros apoyamos a la sal! ¡Ella no es culpable! También hemos sido víctimas del refinamiento de los alimentos: nos quitan la cascarilla, esa fibra que permite que el señor intestino evacue bien y pueda eliminar las grasas y otras impurezas.
-Mire señor Salmón. Yo tengo una importancia para el cuerpo, como la tiene usted. Cada uno ocupamos una función específica para mantener el equilibrio en el reino. Lo que pasa es que el poder nos esclaviza y hace con nosotros lo que quiere. -Fíjense como las grandes compañías pesqueras están arrasando los mares, con su pesca criminal, no existe un compromiso solidario. Impera la avaricia y el acaparamiento.
-Pregunta el maíz ¿Qué cantidad de sal debemos utilizar?
-Según la organización mundial de la salud OMS, recomienda cinco gramos al día. No hay que excederse.
– ¿Qué cantidad de sal deben consumir los hipertensos?
– Ellos deben consumirla moderadamente, no se les debe prohibir, hay alimentos que necesitan un poquito de sal. Según la tradición oriental, se recomienda un consumo en micro dosis, porque el exceso provoca miedo y daña la energía de los riñones, con lo cual se termina afectando la actividad sexual, especialmente de los hombres. Afirma así. que si se quiere mantener una vida sexual vigorosa habrá que evitar el consumo exagerado de sal.
-El trigo interviene agregando unos conceptos que conoció de la Medicina tradicional China, patrimonio inmaterial y cultural de la humanidad.
-Dice el Neijing, tratado del interno: cualquier sabor, en pequeñas dosis, nutre al órgano y grandes cantidades lo daña.
El Sowen dice: “El salado va a la sangre. Si hay afección en la sangre no debe tomar mucha sal. Al Riñón le gusta el sabor salado, pero si se excede la plenitud del Riñón domina al Corazón, determina las condiciones de los vasos y se manifiesta en calor”
El exceso de sal produce miedo y aumento de responsabilidad en el Riñón, es decir, daña la función y altera el psiquismo del Riñón que son la misma responsabilidad, voluntad y firmeza; provocando miedo patológico y el miedo paraliza, generando desde un dolor lumbar hasta un problema óseo generalizado, impotencia y vejez prematura. Así que si se quiere tener una salud aceptable debemos de consumir la Sal en pequeñas dosis, con lo cual protegeremos al Riñón, residente de la vitalidad del ser y al Emperador: al Corazón.
-Finalmente, la fruta Guanábana intervino como facilitadora, cual palabrero en la cultura Wayuu de la Guajira y medió entre los líderes de la protesta y la Sal. Se llegó al acuerdo de consumir la Sal justa y necesaria para el cuerpo. Consumirla en mínima cantidad para preservar la salud.
-Dice la Carne: la Sal en pequeñas dosis, es necesaria para el cuerpo, en primer lugar, controla la cantidad de agua en el cuerpo, manteniendo el pH de la sangre, regula los fluidos del cuerpo, ayuda a mantener los impulsos nerviosos, la relajación muscular, y ayuda que el cuerpo esté hidratado.
– Que bueno poder llegar a un acuerdo civilizado
dijo el señor Mero. Ojalá podamos solucionar todos los conflictos de la
humanidad a través de la palabra, el diálogo y la reconciliación.
Colofón: La reconciliación es un acto de perdón del Corazón, es una acción sanadora, es lo que necesita este país que se encuentra con el alma armada, donde la cultura de la muerte es la única forma de dirimir las diferencias. Como sociedad civil, no debemos perder esta linda oportunidad de apaciguamiento. ¡Basta ya! No más leña al fuego.
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