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Por: Jenniffer Rueda Martínez

A esta pregunta yo respondería si, pero dependiendo quien la haga y la asertividad con que lo haga.

No deja de ser incomodo recibir un comentario de otra persona acerca de una actividad que estemos realizando, sobre todo si a esta le hemos colocado todo el empeño y consideramos que nuestra manera es la correcta, sin embargo, este puede ser muy oportuno y útil si se sabe realizar de la manera adecuada.

Digo que dependiendo quien lo haga porque muchas veces pasa como bien lo dice la cita bíblica en Lucas 6, 41-42 Jesús dijo: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, ¿tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

Es decir, la persona que hace la crítica, tiene que asegurarse de ser un modelo a seguir, por ejemplo, yo no puedo pedirle a alguien que baje el tono de la voz cuando yo soy un gritón, o pedirle a alguien que no hable de forma grosera cuando yo en mi lenguaje solo expreso vulgaridades, es decir, debe existir una coherencia entre el que hace la observación con sus propios actos, de lo contrario no va a ser aceptada, sino por el contrario va a causar molestia.

De igual forma, el que hace la critica debe ser asertivo en buscar el momento adecuado y la manera pertinente de comunicar el mensaje con sus expresiones preverbales, verbales y actitudes correctas. Un escenario por ejemplo en la costa atlántica al medio día con el sol actuando en todo su esplendor desplegando ese calor inclemente y en un lugar con mucha contaminación auditiva y la persona en medio de una solución de un problema, definitivamente no es un momento oportuno para dirigirse a alguien a realizarle una observación, mas bien hacerle saber a la persona que estamos interesados en hablar con ella y que nos informe cuando está disponible para regalarnos un espacio de su valioso tiempo o cuando veamos que esta en un momento desocupado y tranquilo.

Así mismo, la manera como lo decimos, no puede ser en tono alto, ni agresivo, ni de juicio, siempre antes de hacer una corrección debemos empezar por resaltar lo positivo, por lo general nos es más fácil echar tierra que flores, siempre es importante abonar el terreno con palabras amables de motivación y luego si con mucho tacto saber realizar las sugerencias y anotaciones que la persona “experta” puede aportar para el crecimiento personal o profesional a quien va dirigido.

También estoy totalmente de acuerdo con la frase conocida por todos “se felicita en publico y se corrige en privado”, lo contrario a esto pasa mucho en los grupos como familias, iglesias, salones de clases, empresas, donde existen malos lideres, personas con muy baja autoestima que se gozan y alimentan su ego, ridiculizando y avergonzando a los demás.

Antes de hacer una crítica constructiva, autoevalúate, si consideras que estas apto porque cuentas con la calidad humana y el profesionalismo que le falta a otro, entonces es tu momento de sumar, aportar y edificar, pero con respeto y humildad.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Psicóloga, Jenniffer Rueda Martínez