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Por: Jairo Eduardo Soto Molina
“Las trincheras de ideas son más fuertes que las trincheras de piedras” José Martí
El Observatorio de la Universidad Colombiana publicó el 7 de octubre que los docentes universitarios pueden criticar el funcionamiento de su propia IES, y es precisamente la UNESCO quien defiende ese derecho: “Los docentes deberían tener el derecho y la posibilidad de participar, sin discriminación y según sus capacidades, en los órganos rectores, y criticar el funcionamiento de las IES, comprendida la suya propia”.
La sentencia hace parte de la “Recomendación relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior”, suscrita por los estados miembros (incluido Colombia) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), de noviembre de 1.997, y que bien vale la pena releer en todos sus aspectos a manera de reflexión y análisis de la situación de los docentes de educación superior en el país, muchos de ellos muy afectados por condiciones laborales y económicas, así como más presionados a raíz de la pandemia. Lo anterior debido a un aniversario más de celebración del Día Mundial de los Docentes (5 de octubre), y en momentos en que muchos profesores universitarios en Colombia cuestionan por el uso arbitrario del poder de parte de algunos directivos, las limitaciones para opinar, las restricciones laborales, los no debidos incrementos salariales, y la sobrecarga académica, entre otros aspectos, incrementados en estos dos últimos años. Incluso la recomendación va más allá en la conceptualización de lo que es la Universidad, sus responsabilidades y actores, así como los deberes y derechos de estos en un entorno de autonomía universitaria, rendición de cuentas, gobernabilidad y relación contractual entre las IES y los docentes, y recuerda principios (muchos de ellos recogidos en la normatividad laboral colombiana) de cómo debe darse una armoniosa vinculación y relación laboral de los docentes en las IES.
Todo lo anterior me sirve, ya que en días pasado recibí del anterior rector de bolsillo, Jairo Contreras Capella, una advertencia sobre un manual que se hizo con la intención de sancionarme, gracias a personas allegadas me advirtieron de lo que se cocinaba, pero que yo desde hace rato no hago alusiones personales y las que he hecho tengo plenas pruebas de ello, hasta el punto de que estoy por radicar una denuncia penal contra los plagiadores y he hecho una demanda de nulidad electoral al proceso de elección del actual rector que interpondré este lunes a primera hora. Como mis detractores se la habían pillado, que yo no he estado haciendo alusiones personales a nadie, el señor José Gabriel Coley Pérez hizo un pasquín donde supuestamente este servidor se iba lanza en ristre contra los 8 muñequitos que no me soportan. Esta vez agregó a la coordinadora académica de la maestría, Luisa Fernanda Gutiérrez, a quien siempre he tratado con el debido respeto que se merece; aunque ella engañada por el pasquínero me envió insultos por el WhatsApp a los que yo no les di importancia, y hasta los justificaba por el engaño que había sido objeto. Pero como yo soy más bien querido que mal querido, algunos docentes me enviaron capturas del envío que hacia el anciano pasquínero y drogadicto. Para sorpresa de éste, su aliado eterno, Cristóbal Arteta, me envió captura, que también la anexó, para que vean que el pequeño también es perversito. Hoy no envío mis escritos a través del correo tampoco para evitarme inconvenientes, pero esto se ha hecho en el mundo, Noam Chomsky lo hace cada lunes en el MIT, se hizo en Córdoba, se hizo en Paris…
Este señor se puso a hablar de mi en la Unidad de salud y una niña, hija de un docente de ingeniería que estudió con mi hija Laura, me envió la foto. El señor Arteta se negó de haber hecho comentario alguno en mi contra, se los adjudicó todo a su interlocutor, un docente que le dio Covic y que yo solicité hacer una cadena de oración para ayudar, como buen cristiano. Pero Además una pensionada me envió el audio de la conversación al día siguiente. Ante lo cual le envié un audio donde le reclamaba de manera airada su deslealtad. Puesto que yo mientras fui coordinador de la maestría si le di un trato leal. Es más, nunca había sido profesor de postgrado y alcanzó esa condición por mí. ¿Qué tal esto? El sábado 7 de noviembre escribe en su blog personal: “Mediocres maledicentes”, donde no dice absolutamente nada sino hace una transcripción del texto de José ingenieros. Solo el último párrafo es de su creación. Destilando todo el veneno que lleva por dentro. Lo cual habla muy mal de él y no de mí. En la vida la gente, al intratar sin motivos a personas que le han tratado bien, se proyectan en un espejo y detrás de ese vienen una serie de espejos que infinitamente multiplican esa imagen desfigurada, como la que tienes Cristóbal Elpidio en la UA, el primero, un nombre que trajo desolación y desesperanza a América y el segundo, sin comentarios. Desde tu bautizo estabas sentenciado a trabajar por el colonialismo. El único que creía en ti era yo, ya varios amigos de la UA me presagiaron este momento. Porque para oportunistas, estas de primero. Estoy seguro que si aun fuera coordinador de la maestría no habrías hecho esto.
El “DOCTOR” ARTETA, como lo llaman en su pueblo, le ha traumatizado su figura deforme de un cuerpo pequeño con una macro cabeza. Pero que sumado a la frustración de no haber podido ser rector, a pesar de lamerle las suelas a los políticos locales, no ha podido sentarse en la silla rectoral. Yo no voy a decir si el mediocre es él o yo, juzguen ustedes: yo he sido citado 79 veces de las cuales 77 han sido en los últimos 4 años, mientras que él que ha escrito por casi 50 años y tiene una revista solo tiene 30 citas, de las 30 le aparece una dos veces. En su artículo Barbarie y civilización en el pensamiento filosófico latinoamericano tiene 2 veces una misma cita, es decir, repetida: Construcciones literarias a la intemperie. En realidad, tiene 29 citas. Solamente tiene 3 índices h y ninguna de índice i. Mientras que yo tengo 79 de las cuales tengo 5 índices h y 5 índices i y no soy editor como él de una Revista como AMAUTA. Juzguen ustedes quien es el mediocre. Los invito a irse a ambos perfiles de Google académico. Pero además observe la calidad de mis citas, quienes me citan. Donde he publicado yo y en cuantas revistas ha publicado él, casi todas en su revista Amauta. Yo lo invito profesor Arteta a enviar artículos a las revistas que me han publicado a ver ¿qué pasa?
Pero adicionalmente, yo tengo 12 citas en mi artículo “La ética de la investigación en las ciencias humanas o sociales”; 10 en mi artículo “Desde una ontología del lenguaje hacia una ética intercultural de la alteridad”. 4 en mi artículo “Filosofía de la liberación intercultural y teoría sociológica de la práctica: dos fundamentos en la construcción de comunidades bilingües”. Artículos míos publicados en su revista Amauta. Casi me lo alcanzo, allí. Es decir, soy el autor más citado de su revista y así me trata a pesar de darle indicadores a su revista. ¿Qué tal esto? Por eso el doctor Álvaro Márquez Fernández, cuando le di a leer sus trabajos me dijo: “puro mango pa cochinos”; lo que aquí decimos (mango é puerco) es decir nadie se lo come. El mismo profesor que usted armó una trinca con los demás “filósofos de la filosofía extraña” para sacarlo por develó que allí no había sino 3 filósofos. Solo me resta decirle que supere sus complejos y frustraciones antes de su último día. Ah, no sé por qué cuando le veo me hace recordar a Calamardo, un pulpo que vive en un moái como casa, quien es vecino de Bob Esponja y Patricio Estrella. Debe ser por su figura física.
Citas al cierre: “Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira” Ramón de Campoamor.
“Es la responsabilidad de los intelectuales decir la verdad y exponer las mentiras” Noam Chomsky
Sigan siendo felices Jairo les dice.
Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Por: Jairo Eduardo Soto Molina, Profesor de tiempo completo titular, investigador 1279 (80), Doctor en ciencias Humanas, Par académico MiniCiencias-MEN