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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez
Ayer, hoy, y mañana, existió, existe y existirá un gran problema en el mundo, que se muestra como una gran pandemia difícil de acabar y erradicar, que acaba con las ilusiones de millones de familias, es la ADICCIÓN A LAS DROGAS.
Para muchos en el mundo es la mejor manera de ganar dinero y disfrutar de las grandes comodidades que genera el mercado. Para otros es vivir condenado en los sótanos del infierno, siendo portador de una penosa enfermedad.
Y, es que el consumo y posterior adicción al alcohol y a distintas drogas crece en el mundo de manera alarmante. El consumismo, el desbordado abuso de mensajes subliminales, las políticas públicas mal concebidas, los cambios emocionales y la falta de verdaderos canales de comunicación, hacen que miles de niños y jóvenes, ingresen al MALDITO MUNDO DE LAS ADICCIONES.
Madres y padres en todo el mundo sufren, al ver como sus hijos e hijas sucumben ante la letal pandemia; niños y jóvenes que en un abrir y cerrar de ojos, acaban con sus vidas en los cuarteles de la muerte consumiendo drogas.
MALDITAS DROGAS, que están acabando con nuestra especie. Nadie está exento; el rico, el pobre, el que recibió valores, el desafortunado que no recibió apoyo, el blanco, el negro, el indio, mujer, hombre, niño, niña, el viejo; todos estamos en peligro, es la peor plaga que nos está atacando. Nos venden la idea del alcohol social, de la buena rumba, y poco a poco entramos en un mundo desconocido que nos lleva a la muerte.
¿Quién tiene la culpa?
El papá le echa la culpa a la madre, la madre al padre, los padres al estado, el estado a los narcos desalmados, los narcos a los políticos, los hijos a los padres, los maestros a la policía, la policía a las escuelas, los abuelos al desarrollo comercial. En fin, no sabemos quien tiene la culpa, lo único cierto es que es una MALDITA ENFERMEDAD, que actúa como pandemia y acaba con los sueños, esperanzas y el futuro de muchos.
Solo nos queda actuar de la mejor manera, con fuerza, con amor, con fe y hablar con la verdad, para lograr mitigar y salir de este gran flagelo: LA MALDITA ADICCIÓN A DROGAS Y ALCOHOL.
Desde aquí, le enviamos un abrazo a esos padres y madres que lloran por ver sufrir a sus hijos de tan fuerte enfermedad; a esos jóvenes hombres y mujeres que están sufriendo y viviendo la destrucción, decirles que si hay una solución: Aceptar que se tiene un problema, una enfermedad, pedir ayuda y contemplar la posibilidad de aceptar las ayudas, de profesionales y grupos de apoyos que se encargan de brindar su mano amiga.
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