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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez

¡La mala hora llega en cualquier momento!

–Gabriel García Márquez, en su obra La Mala Hora–, nos recrea de manera fascinante una serie de situaciones fuertes, que le pueden suceder a cualquier persona e incluso a un grupo determinado de seres humanos.

Cabe anotar, que, en América Latina, no descansamos de recibir funestas noticias; Colombia, por ejemplo, se llevá la medalla de oro en producción de malas noticias.

Hemos querido tocar este tema, que para algunos podría resultar algo desagradable, pero que, para otros, sería un análisis específico de la cruda realidad, por la cual todos de alguna manera u otra experimentaremos.

En este sentido, solemos relacionar las experiencias vividas con nuestras canas que ya tenemos en algún lugar de nuestro cuerpo, o con la manifestación de consejos o recomendaciones que nacen a partir de dichas experiencias. De igual manera, en estos contextos de crisis social y económica que han afectado a muchos amigos, es ya casi recurrente la llegada de muchas noticias funestas o en algunos de los casos la llegada de la “mala hora”

“Ve niña, deja de inventar, no busques una -mala hora-” consejos de una abuela.

En estos tiempos, de la popular pandemia por el COVID 19 y sus distintas variantes, la vida, repentinamente ha sorprendido a muchas personas. Ya sea desde el punto de vista económico, salud, perdidas de seres queridos y cambio en su diario vivir.

“Felo, ya he pasado por tantas experiencias, que nada me sorprende y he aprendido a sobreponerme a todo” Amiga María Juana.

Es indudable, que cada uno de nosotros vivirá en carne propia la llegada de las sorprendentes malas noticias, tales como:

  • Despido del empleo, quedar sin el sustento.
  • La repentina llegada de una enfermedad terminal o degenerativa.
  • La nefasta noticia de la muerte del ser querido en cualquier grado de consanguinidad.
  • Saber que tu pareja te es infiel, y eres el último que se entera.
  • El accidente donde está involucrado tu ser querido o nosotros mismos.
  • El problema judicial en tu contra.
  • Verte en una cárcel o en un hospital.
  • La noticia que tu hijo es drogadicto.
  • Tu hijo es gay.
  • Quedó quebrado, sin dinero.
  • Tu hijo es guerrillero, bandido o político.

Nunca pensamos que muchas de estas noticias pueden llegar a nuestras vidas y hacernos protagonistas de unas historias de terror. Sí, aunque parezca mentira, parecen episodios de cuentos y películas del famoso escritor —Thomas Harris–; pero lastimosamente, debo decirle que es la vida real, y nadie se escapa.

El gran problema, no es experimentar un momento difícil, el quiz del asunto está en cómo recibimos y que hacemos para sobreponernos, o como nos preparamos para recibir las infortunadas noticias.

Déjeme decirle mi querido lector, aunque parezca mentira, debemos prepáranos para los momentos de calamidad o para cuando llegue la “mala hora”, y recibirlas con los pies bien puestos en la tierra.

–En Génesis 41, la sagrada escritura nos presenta el momento donde José interpreta el sueño del Faraón, y se muestran los tiempos de vacas gordas y vacas flacas–

El ser humano debe practicar tres grandes planteamientos de vida: Prepararse aceptar, y actuar. ¿Cómo así? Lo único que tenemos claro en esta vida, es que llegamos con una resolución de vida y con otra que es la muerte, por tal motivo, debemos prepararnos para vivir de la mejor manera posible, respetando el templo sagrado, que es nuestro propio cuerpo, y pagando el plan exequial, ya que es muy costoso morirse. Por otra parte, es de suma importancia aprender a practicar LA ACEPTACIÓN, “Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia” San Francisco de Asís. Y por último si no coges al toro por los cuernos, si no actúas, no serás protagonista de tu propia historia, toca hacerle, enfrentarse, luchar, tener disposición para ganarle al momento de dificultad.

“Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad” Filipenses 4:12

“El señor mismo va delante de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No tengas miedo; no te desanimes” Deuteronomio 31:8

Estos versículos bíblicos, nos enseñan a tener fe, a creer, y de verdad que es bueno hacerlo; pero también es importante dejar a un lado el “espantajopismo” y aprender a vivir en este mundo de sorpresas diarias.

Yo, recomiendo humildemente, mi querido lector, que trate de vivir una vida sopesada, centrada, coherente con las leyes divinas y terrenales, no abuse de los excesos, y sobre todo vivir prudentemente, y lograr practicar el crecimiento personal con el fin de llegar a tener sabiduría y conquistar la salud: (mental, espiritual y física). Créame no soy el más erudito en el tema, tampoco soy el Dalái Lama, nada de eso, simplemente trato al máximo de tener una vida un poquito equilibrada y recibir los “mamonazos” de la vida de la mejor manera posible.

Me permito recomendar, que cuando usted necesite ayuda, no dude en buscarla, ya sea con su degenerada EPS; con su abogado de confianza, claro tenga presente, que los abogados cobran también por consultas; con el pastor o el cura que conozca, estos ayudan, no siempre, pero si cuenta con suerte le pueden guiar; ojo, usted siempre debe tener un gran amigo que le ayudará incondicionalmente; he aprendido que los: Psicólogos, psiquiatras, trabajadoras sociales y terapeutas, son  vitales y deben estar en el presupuesto como lo está la cerveza o la comida; telatiroplena.com, si tienes problemas con el alcohol y las drogas, busca ayuda y los grupos de apoyo AA, te pueden dar una mano.

Por último, mi querido lector, si en este momento estás pasando un momento difícil, tranqui, tranqui, con un poco de fe, aceptando, y actuando, saldrás victorioso del rollo.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor.