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Por: Alfonso Camerano Fuentes
Rafael Núñez, por venganza política contra Barranquilla, ciudad rebelde y fustigadora de quien se hizo Presidente traicionando los ideales del radicalismo liberal que abrazo y detractó, redujo el Ferrocarril Bolívar, que debía interconectar a Barranquilla con Cartagena, solo hasta Puerto Colombia; su intención proterva era reducir la carga del Puerto – Colombia – construyendo, a la par, una línea férrea Cartagena – Calamar, que atrapara la carga a exportar y sacara de Cartagena la importada, sin que tocaran el Puerto de Barranquilla…
El tiro le salió por la culata ya q el Puerto nuestro estaba mejor dotado de infraestructura de bodegas y maquinaria en tierra para conservar la mercancía y manipularla para embarque y desembarque.
Con la propuesta de Petro de construir un tren de Buenaventura a La Guajira, los contradictores gratuitos -ya que esa idea no es nueva – y acostumbrados a que la Costa merece “obras pichurria”, se han dedicado a la burla, dada la manipulación Informatica y a la posición genuflexa de nuestra dirigencia corrupta y claudicante, frente al Poder central citadino
desde la época de la colonia; pero, la realidad en el mundo desarrollado, nos muestra cientos de miles de kilómetros de redes ferroviarias, que hace de ese proyecto de 1.500 km, un tramo que “vale huevo”, para el poder entramado de las líneas férreas construidas en Europa, China, EEUU, que bien se pueden construir en el tramo de las dos costas colombianas, sin tanta reconcoma, constituyendo una alternativa distinta a usar el Canal de Panamá, mucho más rápida, de mayor proyección y eficiencia, ya que colocaría las cargas en puntos centrales del Caribe sur o del Pacífico, distantes del propio canal en tiempo récord.
Sería una forma de rescatar a millones de colombianos del atraso, de las condiciones de miseria y empobrecimiento a que ha sido reducida la población negra del Choco y del Caribe colombiano, aportando soluciones de transporte, más allá de la carga nacional, al mundo entero, que redundaría en beneficio para nuestra gente de los dos litorales.
La presencia de Francia Márquez en el escenario político nacional, con la seria opción de ser la próxima vice presidente o embajadora ante los EEUU, a nombre del Pacto Histórico, bien puede hacer posible que este tren, no se convierta en otro de odios políticos, sino el que haga posible devolver la sonrisa a nuestros niños negros del Pacifico, que bailen y silben la Casa en el Aire, hecha realidad, a pesar de los incrédulos de hoy.
De Francia viene el Tren de Petro..
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