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Por: Jairo Eduardo Soto Molina

 “Amo la libertad de América más que mi gloria propia, y para conseguirla no he ahorrado sacrificios”. Simón Bolívar, libertador de seis naciones

La espada de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco es uno de los objetos más representativos de la libertad que consiguió Colombia como nación, propiedad de Simón Bolívar y que fue robada por la guerrilla del M-19 en 1974. Petro hizo parte de ese movimiento y es por eso que la espada de Bolívar tiene un alto valor simbólico desde la semiótica política para él. El M-19 devolvió al Estado colombiano la espada en 1991, cuando se desmovilizó totalmente.

La espada de Bolívar, el arma con la que se forjó la independencia de España, simboliza la libertad, la paz, la justicia y la reconciliación; como ideal del Libertador. La espada, en el pasado y en el presente, desempeña un papel significativo en la ritualística de diversas tradiciones, esotéricas y religiosas. Es el símbolo del estado militar y de su virtud, la bravura, así como de su función, el poderío. En las tradiciones cristianas, es un arma noble que pertenece a los caballeros y a los héroes cristianos. Las espadas se relacionan también con la razón, que reúne a la vez los dos atributos de bondad y de poder. Está asociada a la idea de luminosidad, de claridad. La hoja es calificada de centelleante, por otros. La espada, en masonería, es el arma de la vigilancia con la que el Masón defiende la Orden. Representa el poder y la autoridad dirigidos con justicia y equilibrio. La reticencia a que fuese trasladada demuestra la pequeñez de este gobierno, que hizo trizas el proceso de paz. La espada de Bolívar posee, además, un enorme significado histórico que tiene para el país, para la historia de Colombia, Latinoamérica y también para la historia política de Gustavo Petro. Aquí presento una semblanza de ese símbolo patrio, la espada de Bolívar que se ha convertido en la espada de la discordia.

Es delgada, fina, y su empuñadura estrecha., no es pesada, es más bien un sable. La primera diferencia que se tiene que hacer y es que la espada es un arma de hoja recta y dos filos; mientras que el sable, es un arma de hoja curva y normalmente un solo filo, que es el caso que se tiene en esto con la pieza que se encuentra en la presidencia de la república. A mediados de los años 70 en los principales diarios del país comenzó a circular una campaña publicitaria que despertaba una enorme expectativa sobre ¿que podría ser “EL M-19”? No se trataba de un insecticida, ni un vermífugo, era la antesala de un golpe mediático sin precedentes. Solo se supo cuando un grupo de hombres comandados por Álvaro Fayad irrumpió en la quinta de Bolívar a las cinco de la tarde, rompió la urna en donde reposaba la espada y se la llevó, desde ese día los diarios documentaron las operaciones del M-19, La guerrilla a la que perteneció el nuevo presidente Gustavo Petro. Cuando se produjo el acto del robo de la espada de Bolívar, los miembros del M-19 dejaron un comunicado en el cual se leen apartes como…su espada, (de Bolívar) rompe las telarañas del museo y se lanza a los combates del presente, pasa a nuestras manos, a las manos del pueblo en armas. De la espada sólo se supone después, por una revista alternativa que publicó una fotografía en su primera edición donde destacaba en el pie de foto: ” apareció la espada de Bolívar, está en Latinoamérica.” Desde entonces, su paradero fue incierto, lleno de mitos y leyendas. Luego la ocultaron en la casa del poeta León de Greiff, de ahí también pasó al hogar del poeta Luis Vidales, incluso el ejército allanó la casa intentando encontrar la espada de Bolívar, pero no tuvieron éxito. Lo que se sabe con certeza que la sacaron del país…la espada estaba en Cuba y con la paz seguramente se iba a devolver la espada, Pizarro murió, lo mataron 45 días después de haber firmado la paz…Un secreto que se guardó hasta 1991 cuando se instaló la asamblea nacional constituyente, se supo y nadie se explicaba como la espada estaba en Cuba y Colombia no tenía relaciones con ese país. Se tuvo que viajar a Venezuela para recogerla con la presencia de Carlos Andrés Pérez y Gabriel García Márquez, sugeridos por los cubanos, los embajadores de Cuba, Venezuela y Colombia, así se trajo la espada. La trajeron en un vuelo chárter hasta Colombia.

La devolución oficial fue el 31 de enero de 1991 en una ceremonia en la quinta de Bolívar de Bogotá. Después de recibida el gobierno colombiano se guardó la espada en un depósito del banco de la República, Pastrana la llevó a la Casa de Nariño en 1998. La espada convertida en un símbolo de lucha y revolución para el M19, pero a la vez del cese de las inequidades o desigualdades en el territorio nacional para el nuevo presidente de los colombianos, Gustavo Francisco Petro Urrego.

Cita al cierre:

 “Quiero la espada de bolívar aquí, junto a esta espada para mí es toda una vida, una existencia. Esta espada representa demasiado para nosotros y quiero que nunca más esté enterrada. Quiero que nunca más esté retenida que solo se embarguen como dijo su propietario el libertador cuando haya justicia en este país que sea del pueblo es la espada del pueblo y por eso la queríamos aquí en este momento y en este lugar quizás para los próximos presidentes y presidentas cuando se posesionen se vuelva un hecho permanente protocolario simbólico que los acompañe siempre que las acompañe siempre la espada libertaria de bolívar…”  Gustavo Francisco Petro Urrego presidente de Colombia

Tomémonos un tinto, seamos amigos. Sigan siendo felices Jairo les dice.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Jairo Eduardo Soto Molina, Profesor de tiempo completo titular, investigador 1279 (80), Doctor en ciencias Humanas, Par académico MiniCiencias-MEN