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Por: Jorge Guebely

A pesar del estadio de futbol en Neiva, su enorme ruina, el Atlético Huila coronó campeón de la B. Euforia colectiva de huilenses, festejo emocional por digna representación nacional.

Y a pesar del discreto desarrollo cultural huilense, de su mentalidad conservadora, de su desdén por los escritores, surgió José Eustasio Rivera. Autor de envergadura internacional, origen de un destino distinto en la literatura latinoamericana. Demasiado universal para una región demasiada local.

A pesar de la desidia con el teatro, con sus teatreros, surgió Gustavo Andrade Rivera, otro campeón. Lúcido dramaturgo de dimensiones internacionales. Vanguardista de un teatro de vanguardia en su época, un Bertoldi Brecht de espíritu colombiano. Hombre de inmensa extensión humana, creador de brillantes farsas para poner de relieve las incoherencias del Estado conservador.

Y a pesar de la indolencia con los músicos, el Huila produjo un Jorge Villamil, auténtico campeón. Compositor de finas canciones, bellas letras empapadas de poesía. Composiciones del alma humana canturreadas por toda Colombia y más allá de sus fronteras.

¡Huila insólito! A pesar de todo, genera poesía y música, teatro y novelas, compositores y escritores, deportistas y artistas. También Huila decadente, lleno de escombros humanos: mandatarios corruptos, voraces microbios; clanes políticos, pandillas electorales. Los rodrigos-villalbas y los hernán-andrades, los ernestos-macías y los gonzález-villa. Sanguijuelas humanas que succionan las instituciones estatales, las fermentan y “miserabilizan” un pueblo.

Huele y duele la podredumbre. Extensión regional de la gran descomposición nacional, de toldas liberales y conservadoras, del Centro Democrático y Cambio Radical. ¡Podredumbre, toda tú eres sangre política!

Eres perversa bolsa de empleo para esclavizar, para exigir coimas y construir nóminas paralelas, para ejercer nepotismo y desviar recursos estatales. “Peculas” para malversar dineros públicos y prevaricas para apropiarte de ellos. Te enriqueces ilícitamente y tuerces investigaciones utilizando tráficos de influencia. Por codicia, corrupción e ignorancia, subvaloras el arte y el deporte: subvaloras la dignidad del Huila y de los huilenses.

Gigante anomalía regional, efusión de malos olores. Algunos políticos hieden en la cercanía y en la distancia también. Tumores para el cuerpo social, el peor peligro para el Departamento, el peor ejemplo humano. Lo demuestran las ruinas del estadio, metáfora de cemento, monumento a la moral política, visible para hurgar la herida de los huilenses.

“El arte es necesario para vivir” afirmaba Óscar Wilde. Le da vida al Huila a través de su poesía y música, de su teatro y novela, y del campeonato nacional de futbol. Artistas y futbolistas con la bandera de la vida; los políticos corruptos, con la de la muerte.

Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.