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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez
Recorriendo las calles y buscando historias, me encontré con la de Carlos Hugo Apresa, un señor de 75 años de edad, activo y con una vitalidad única, pese a sus años, está enamorado de sus oficios. Me contó que desde hace 47 años todos los domingos y festivos se encarga de marcar la cancha grande de fútbol en el populoso barrio Simón Bolívar de la ciudad de Barranquilla, no le importa el radiante sol, la arena, ni la cal, lo hace por amor al deporte de las multitudes.
Vive en la calle 20 con la carrera 2B del mismo barrio, todos los amantes del fútbol: entrenadores, futbolistas, árbitros, empresarios y dirigentes de clubes y ligas le conocen, sus vecinos dicen que le deben hacer un gran homenaje por su aporte al deporte.
Se gana 15 mil pesos por partido, dinero que le sirve para sus gastos y apoyo para haber sacado a sus cinco hijos adelante, con orgullo habla de sus hijos, uno abogado, tres conductores y uno dedicado a los negocios independientes; Carlos Hugo reparte su tiempo con el oficio de vendedor de loterías de lunes a viernes, no le gusta ser mantenido de nadie, es completamente independiente y trabajador.
“Me gusta ganarme mi billete, hasta que Dios me lo permita estaré trabajando y marcando cancha” afirma Carlos Hugo.
Lo de este señor es un ejemplo de vida y ganas por estar siempre activo. Es una NOTA POSITIVA, en historias de la calle.
Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.
