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Por: Jairo Eduardo Soto Molina

“Aprender otro idioma es como convertirse en otra persona”. Haruki Murakami

Hace un par de escritos señalé que el llamado plan nacional de bilingüismo en Colombia ha sido un rotundo fracaso. Las cifras así lo indican: El país ocupó el puesto 77 entre 111 países en el Índice de Dominio del inglés de 2022, según el último reporte publicado por EF Education First. Que era muy preocupante estar en el grupo de los peores del mundo, pero aún más era el hecho de que en 2018 ocupábamos el puesto 60 y en 2019 cayó a 68, lo cual muestra un significativo descenso, sin que se hayan adoptado correctivos por parte del MEN y cómo se pierde la competitividad en momentos en que se pretende ser una potencia regional de turismo. Entre los países perteneciente a la OCDE Colombia ocupa el último lugar (38). En Latinoamérica, Colombia se encuentra en el puesto 17 entre 20 países evaluados. Argentina continúa líder de la región, en el puesto 30 a nivel global y dentro del grupo de nivel “alto” de inglés.

Pero dentro de todo este pésimo panorama de bilingüismo nacional se destacan dos geolocaciones en Colombia, el eje cafetero en su conjunto, Bogotá y Barranquilla en la región Caribe. Se ha creído erróneamente que Bogotá cuenta con un mayor y excelso grupo de personas bilingües, pero no es así Barranquilla y el eje cafetero le aventajan.

Según los datos obtenidos por EF Education First, Barranquilla ha experimentado un alto nivel de proliferación de Call Centers y centros de contacto bilingües en los últimos años. Esto ha demostrado que el dominio del idioma inglés entre los habitantes de Barranquilla ha aumentado considerablemente, lo que ha llevado a que la ciudad sea considerada como la ciudad más bilingüe de Colombia.

Barranquilla ha superado a la capital en cuanto al nivel de inglés. Según el informe, Barranquilla tiene el mejor nivel de inglés de Colombia, lo cual ha sido confirmado por otras organizaciones internacionales. Esta ventaja ha convertido a Barranquilla en una ciudad competitiva, abierta al mundo y un centro de los tratados de libre comercio. Además, se destaca que la ciudad se ha convertido en el epicentro de los Call Centers internacionales en el país. El sector de BPO (Business Process Outsourcing) en Barranquilla cuenta con 15 operaciones de Contact Centers que tienen capital de países como, Estados Unidos, Reino Unido, Australia e India. Actualmente, el sector emplea a aproximadamente 4,300 personas, y más del 55% de esos empleos están destinados a atender clientes ubicados en Estados Unidos.

Siendo barranquilla la de mayor dominio del inglés, según el informe anteriormente mencionado en Barranquilla de las 4,300 personas que se le aplicaron exámenes clasificatorios existen 15 personas no nativas del idioma inglés con un nivel C-2. De acuerdo con el marco común de referencias para las lenguas del MCE. Además, existen 280 personas con nivel C-1, 996 con nivel B-2 y 2994 con nivel B1.

En cuanto a los salarios de los agentes de Call Centers, varían según la empresa y el idioma en el que trabajen. Los promedios salariales se encuentran entre $ 3,000,000 y 4,000,000 pesos colombianos. En resumen, el auge de los Call centers y centros de contacto bilingües en Barranquilla refleja un alto nivel de inglés en la ciudad. Barranquilla tiene el mejor nivel de inglés de Colombia, lo que ha contribuido a convertirla en una ciudad competitiva y abierta al mundo. Mientras que en Bogotá y el eje cafetero las cifras de buenos hablantes del inglés no superan los 3,000 hablantes y no sobrepasan el nivel B-2.

Lo más gratificante es que en ese informe el 67% de los hablantes han estudiado en el programa de lenguas extranjeras de la Universidad del Atlántico, mientras que el 33% pertenecen a otros centros bilingües de la ciudad. Es decir, este éxito no se le puede atribuir al plan de bilingüismo de la secretaria de educación distrital como el secretario Distrital de Educación de Barranquilla, José Carlos Herrera, afirmó en el Heraldo en días pasados. Es más, existe un convenio con una empresa multinacional de Gran Bretaña que ha sido un desastre y las escuelas son asesoradas por el Instituto de Educación superior Distrital de Barranquilla, que no cuenta con programa de licenciatura de lenguas extranjeras. Frente al programa de lenguas extranjeras de la Universidad del Atlántico tampoco es pertinente que el rector o algunos de los directivos vayan a sacar pecho por estos resultados porque ahí se trabaja con las uñas: muchos de los profesores tienen que llevar bafles para amplificar las clases y otra serie de materiales como libros porque la biblioteca está totalmente desactualizada. Particularmente quisiera ver nuevos resultados si al programa de lenguas extranjeras se le provee dos laboratorios de bilingüismo como los cuenta el programa de la Universidad del Magdalena.

Cita al cierre: “Los límites de mi idioma son los límites de mi mundo”, Ludwig Wittgenstein

Tómenos un tinto, seamos amigos.

Sigan siendo felices, Jairo les dice.

Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor. Jairo Eduardo Soto Molina, Profesor de tiempo completo titular, investigador 1279 (80), Doctor en ciencias Humanas, Par académico MiniCiencias-MEN