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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez 

Sí señor, así de evidente están las cosas en este país tan hermoso y lleno de muchas fortalezas que lo harían el más rico, productivo y maravilloso del mundo.  

Este tremendo bololó pareciera que nunca se acaba en nuestro territorio, desde el famoso Florero de Llorente nos estamos literalmente comiendo unos con otros, cada quien tira para su lado defendiendo su verdad y ni siquiera dando la oportunidad al otro de expresar la que podría ser su verdad.

En otrora los Chulavitas su objetivo era acabar con los Pájaros, la vaina era la supremacía y el poder.

Hoy con este bololó, la vaina esta jodida, encontramos un  Fiscal que se cree candidato político y su trabajo deja mucho que desear; un Presidente que es XXX antes denominado twittero, quien llega al gobierno bajo las banderas alternativas o llamadas en Colombia por sus enemigos y detractores como comunista y de izquierda; también encontramos magistrados de diferentes cortes e instituciones que según medios y fallos de investigación favorecen intereses de uno u otro; infortunadamente vemos fortines políticos que benefician a determinadas casas politiqueras en las entidades encargadas de velar por la transparencia, seriedad y honestidad como son: Contraloría, Procuraduría , Defensoría y todas las IAS; con tristeza vemos como la Fuerza Pública encabezada por altos mandos se ven involucradas en episodios de terror y suspenso; da un poco de pesar y hasta pena ajena ver como los llamados Padres de la Patria, nuestros HP (Honorables Parlamentarios) en Colombia Congresistas, defendiendo en su gran mayoría intereses personales y de los mejores amigos de esos que se llaman plutócratas; que triste es ver al ramillete de colaboradores del gobierno actual es decir, a los que el señor Gustavo Petro les da su confianza, que la gran mayoría no sabe hacia donde caminar y tirar las cabuyas.  

El bololó está tan fuerte en este momento, que los plutócratas, politiqueros corruptos, negociantes del erario y hasta narco-políticos, no están dispuestos a dejarse ganar lo que han ganado durante más de 200 años, que es el poder.

El bololó, lo sufre el PP (pobre pueblo) que como lo diría Policarpa Salavarrieta, en su momento ¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad! Y es que este pueblo que nos toca vivir llamado Colombia, está acostumbrado a ser humillado, maltratado y golpeado, se conforma con migajas y les hace honores a sus explotadores, eligiendo a los mismos y como cuando llegaron los españoles que cautivaron a los aborígenes con medallitas y espejos, hoy el pueblo es entretenido por la recocha, el triquitraque y el balón de fútbol.

Este bololó cada día se pone más peludo y pringamosero, la verdad sea dicha la vaina está como jodida, unos quieren llegar a vivir sabroso y otros no quieren dejar de vivir sabroso; paracos y guerrilleros están en la jugada cada uno con su balón en la mano.

¡Como dicen los enamorados de las religiones: “Que Dios nos pille confesados”!  

Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.