Telatiroplena.com, periodismo serio, social y humano

Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez 

Antes de que me lancen improperios y me tilden de cuanta cosa, debo manifestar que la palabra mierda es usada en muchas partes del mundo y la Real academia la cita: Excremento, heces, deposición, defecación, deyección, evacuación, boñiga, caca, suciedad, porquería, basura, inmundicia, cosa mal hecha o de mala calidad.

Indagando y observando el comportamiento de los gatos, podemos darnos cuenta, que algunos tapan su mierda con la finalidad que nadie, ningún enemigo se entere y sus olores que son una especie de medios de comunicación no sean percibidos; por el contrario, existe otro grupo de felinos que dejan al descubierto su mierda, esto con el objetivo que todos se enteren que esa locación es parte de su propiedad, le están diciendo a todos: ¡aquí estoy yo y aquí mando yo!

Pues, haciendo un símil entre gatos y la conducta de los politiqueros de cuello blanco que se unen a estafadores y falsos empresarios, y que además venden humo e ilusiones a los incautos y desprevenidos, en toda América Latina, que tal parece heredaron algunos genes malvados y perversos, de un grupo de seres humanos que llegaron a este continente, esa capacidad de volver el erario una total mierda. Algunos tienen la habilidad de amangualarse con entes de control y establecimientos de inteligencia para no dejar rastros y no ser investigados, o si lo son que sus procesos sean archivados y en muchos de los casos perdidos. Entre tanto, hay un grupo, que, pese a que dejan sus mierdas al descubierto, pareciera que les importara un reverendo carajo y le dicen a todo el mundo, ¡AQUÍ ESTOY YO, Y SOY EL DUEÑO DE ESTE PLATANAL!  Y ni la justicia terrenal ni divina les hace ni cosquillas.

Un pequeño número de humanos-gatos como en cualquier mitología, por su egocentrismo y el deseo de figurar y tener más de la cuenta, terminan investigados, y descubiertos por mucho que hayan tapado su mierda, pero repito son un pequeño e insignificante cantidad, que terminan siendo los bobos útiles de los grandes felinos que en algunos de los casos son bastante peligrosos y agresivos.      

Hay algo que realmente preocupa, y es que estos humanos-felinos grandes y gordos, hacen hasta lo imposible, son capaces de armar una guerra hasta con el mismo lucifer, cuando sienten que se les están arrebatando su poder, sus tesoros, el erario y cuando se sienten acorralados, sacan sus garras, se unen con otras manadas de peligrosos humanos-felinos y arman la de Troya. 

Por todo lo anterior, cabe una pregunta:

¿Conoce usted algún humano-gato, que deje su mierda al descubierto, o este la tapa?

Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.