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Por: Percy Bustes

Tienes que haberlo escuchado o leído: Cada año, miles de millones de personas reportan trastornos de ansiedad, depresión, neurosis o los tres a la vez. Pero, ¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Son las víctimas de la guerra Rusia-Ucrania ó Israel-Palestina ó Armenia-Azerbaiyán? ¿Quizás los miles de niños, madres y ancianos damnificados en las decenas de conflictos y guerras civiles a lo largo del planeta en este preciso momento?

No, esta epidemia nos está afectando a todos (sí, a tí, a mí, a todos), al mismo tiempo y en todas partes, en mayor o menor grado, nadie se escapa.

¿Te despiertas a veces con una profunda sensación de tristeza y/o ansiedad, sin ninguna razón aparente? ¿Te es difícil expresar tus sentimientos o sientes que la gente no te comprende? ¿Te cuesta desprenderte de las cosas que ya no necesitas y las acumulas o tienes tantos zapatos y ropa que ya no caben en tu closet y que no has usado en meses? ¿Padeces enfermedades que los médicos no pueden descubrir? ¿Fumas cigarrillos, mariguana; te drogas o vas a los casinos, aún si esto te ocasiona problemas personales y/o laborales? ¿Eres una persona posesiva, celosa o perfeccionista? ¿Haces cosas que atentan contra tu dignidad y/o salud solo para agradar a alguien o ser aceptado? ¿Has sufrido alguna pérdida (laboral, sentimental, duelo) y no logras trascender esa situación? ¿No eres firme en tus decisiones o eres fácil de ser chantajeado? ¿Eres hipersensible o te conmiseras fácilmente? ¿Padeces alguna compulsión? (ver debajo de la cama, temiendo que haya algo o alguien; lavarse las manos exageradamente, revisar una y otra vez si las puertas están bien cerradas). ¿Sufres miedo a alguna cosa? (a la oscuridad, a las alturas, a las enfermedades, etc.)

Si respondes sí a alguna de estas preguntas, es probable que necesites ayuda. No tiene nada de malo, miles de millones de personas padecemos lo mismo y muchos no lo saben o no quieren enterarse. ¿Sabes por qué? -Porque si aceptas que tienes un problema emocional, debes hacer algo al respecto.

La Enfermedad Emocional es un trastorno crónico y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una sustancia, un comportamiento o a través de otra persona. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo o de acción (“es viernes y mi cuerpo lo sabe”). Disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales, así como una respuesta emocional disfuncional. El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado (y de su familia, a la larga), generando problemas en el trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales o de pareja.

Estaba leyendo el libro “Cómo salir del pozo” de Andrés Oppenheimer, periodista argentino, columnista de “The Miami Herald” y conductor de su propio programa en “CNN en Español” donde destaca que en el Reino Unido y en los países escandinavos por ejemplo, el 20% de las personas que van al médico no requieren una receta médica (no tienen ninguna enfermedad física) si no, una receta social, vale decir, son enviados a clubes sociales y deportivos o a grupos de autoayuda. El “Recetador Social”, no solo vincula a los pacientes con estos grupos si no, se asegura que sean bien recibidos y sigan concurriendo. Con esto, no solo reducen el uso de benzodiazepinas y antidepresivos si no, disminuyen drásticamente el gasto público en hospitalizaciones, estudios, procedimientos médicos y tratamientos clínicos y ayudan a la gente a ser más feliz.

Aquí en California, mi esposa y yo asistimos a un grupo de autoayuda llamado CAFÉ (Comunidad de Apoyo y Fortalecimiento Espiritual), donde compartimos nuestras mutuas experiencias con otras personas: jóvenes, adultos, matrimonios, personas solas, etc. para adquirir fortaleza y esperanza y tratar de resolver nuestros problemas emocionales, tomando conciencia de nosotros mismos.

Si algo de esto te resuena, contáctanos por esta via para contarte más del camino que estamos recorriendo. No esperes “tocar fondo” para empezar a trabajar en ti mismo. Si así lo decides, este puede ser el primer día del resto de tu vida, ahora sí, para alcanzar la estabilidad emocional.

Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.