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Por: Jairo Eduardo Soto Molina
“Success in creating AI would be the biggest event in human history. Unfortunately, it might also be the last, unless we learn how to avoid the risks.”Yoyito Sabater
Los que lean este artículo seguramente son testigos de una revolución tecnológica sin precedentes en la historia de la humanidad, a gran escala y a un alcance tan impresionante que modificará las vidas de estos sujetos y las interacciones intersubjetivas de ellos se basaran en esta gran revolución. Una revolución que se está desarrollando en tiempo récord, más rápida incluso que su precedente. Los vaticinios son que para un par de décadas el mundo globalizado experimentará transformaciones que se deriven de esta creciente revolución tecnológica, denominada la cuarta revolución industrial y cuya protagonista es la inteligencia artificial. Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial de Davos ha sido el encargado de acuñar el nombre de esta imparable tendencia en su libro La cuarta revolución Mundial. Según Schwab (2017) ésta modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.
La investigación que es una punta de lanza de los desarrollos científicos no se escapa a esta tendencia en la que la inteligencia artificial sobrepasará el campo de lo digital para integrarse en el mundo físico, con la incorporación de robots y maquinas inteligentes a las actividades que actualmente están reservadas a los seres humanos. Por todo esto el papel del investigador debe ser mucho más ético en el uso de esta tecnología en desarrollo abismal. Por lo menos hasta ahora, los usos que se puede y debe dar es para revisar de una manera mucho más rápida, ágil y actual la revisión bibliográfica y los antecedentes investigativos sean más actuales y no estar investigando sobre fenómenos ya estudiados. De igual modo, en las demás etapas investigativas el investigador debe como un sabueso continuar escrudiñando, revisando, probando, experimentando, validando, etc. teorías y formas metodológicas de abordar los problemas y dar soluciones a los nuevos problemas que precisamente esta gran revolución genere.
Será mucho más fácil con la inteligencia artificial descubrir los que se apropian de ideas ajenas, como tres ingenieros que conozco y desacreditan la institución para la que laboramos. De igual modo, la filosofía del refrito escritural será más fácilmente descubierta. Van a tener que enterrar a aquellos clásicos que no se puedan contextualizar. Pero lo más importante, es que los trazos de escritos anteriores se harán más evidentes para aquellos que toman un libro anterior y solo buscan el título anterior y le dan reemplazar en el computador y lo presentan como algo novedoso. La misma inteligencia artificial y el chat GPT los desenmascarará como grandes simuladores de la investigación. “Investigadores y escritores” que nadie los ha citado ni los citarán. Esta debe ser la medida de la reforma que se le haga al Decreto 1279 y buscar las trampas que ya le están haciendo al Google Scholar con las citaciones.
El uso de inteligencia artificial en investigación, además, debe garantizar el respeto a los derechos humanos, evitando discriminación y protegiendo la privacidad de los individuos. Los procesos y decisiones de la inteligencia artificial deben ser transparentes y explicables para fomentar la confianza y comprensión de los resultados de la investigación.
De acuerdo con El “2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial[i]: Cambiando el panorama de la gobernanza de la IA” tuvo lugar en el Centro de Congresos Brdo de Kranj, Eslovenia los días 5 y 6 de febrero de 2024, en el cual participamos. Es crucial que la inteligencia artificial en la investigación no perpetúe ni exacerbe desigualdades existentes, sino que promueva la equidad y la justicia social y el desarrollo constante. Antes de implementar sistemas de inteligencia artificial, se debe realizar una evaluación exhaustiva de los riesgos potenciales para prevenir consecuencias no deseadas o dañinas. Este Foro puso en común las experiencias y los conocimientos de diferentes países que se encuentran en distintos niveles de desarrollo tecnológico y político, con el fin de lograr un intercambio focalizado en el aprendizaje mutuo y propiciar un diálogo con el sector privado, el mundo académico y una sociedad civil mucho más amplia.
Cita al cierre:
“I visualize a time when we will be to robots what dogs are to humans, and I’m rooting for the machines.”
—Claude Shannon
Tomémonos un tinto seamos amigos.
Sigan siendo felices Jairo les dice.
Schwab, K. (2017). The fourth industrial revolution. Crown Currency.
https://www.unesco.org/es/forum-ethics-ai?hub=32618
Nota: el contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor. Jairo Eduardo Soto Molina, profesor de tiempo completo titular, investigador 1279 (80), Doctor en ciencias Humanas, Par académico MiniCiencias-MEN
