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Por: GASPAR HERNÁNDEZ CAAMAÑO.

Petro busca ganar tiempo por la vía de ilusionar a los incautos que aún creen en SUS FICCIONES”. Mauricio Vargas. El Tiempo.24/3/24_______

Un amigo me envió, vía WhatsApp, mensaje reciente para apoyarme como aspirante a “Ser constituyente“, en el evento en que la “histórica” propuesta del Presidente de la República de convocar una asamblea nacional constituyente salga adelante. Lacónicamente dijo: “Láncese! profesor, lo apoyaré y financió”. Semejante invitación me tentó tanto que me aislé de toda debilidad gastronómica común en los días santos.

Aislado, solo decidí leer a todos los columnistas de la gran prensa, así como los de las revistas nacionales. No escuché ni a R.C.N. ni a Caracol porque “me embrutecen”, como sentenció el Sr. Presidente. Vi cuantas entrevistas de expertos constitucionalistas y marrulleros de profesión divulgaron los canales privados de YouTube; también revisé mis libros de Maestría en Filosofía Política. que semana, Señores!!. Nada de “rasguñaos”. Solo leer y meditar.

El viacrucis de lectura lo detuve luego de asistir, sudoroso y glorioso, a la salida del resucitado por la puerta principal del Cementerio Calancala, ante una fervorosamente feligresía venida de los barrios aledaños, no sólo al campo santo, sino de las torres de arquitectura francesa de la Iglesia de Chiquinquirá, célebre por organizar la tradicional procesión del Cristo Resucitado. Desde niño me conmueve esa imagen del hijo encontrándose con la madre.

Así que, con suficiente ilustración, medité el Domingo de Resurrección, un poco más, sobre lo conveniente y lo oportuno de ser Constituyente aceptando la amable propuesta del amigo. Y comencé a recordar lo ocurrido décadas atrás cuando, con pose “gaitanista”, pronunciaba discurso tras discurso apoyando a “JUAN B” Fernández, como nuestro Candidato a la Constituyente de “la séptima papeleta”. 

En aquellos tiempos tuve ocasiones de asistir a varias deliberaciones de la Asamblea Constituyente y de coleccionar, como cualquier primípara, ejemplares de la gaceta e ir aprendiendo lo novedoso de construir una carta política considerada una revolución pacífica, la cual los colombianos no hemos interiorizado, muy a pesar de la obligación de estudiarla desde la primaria, por eso intuyo que el presidente de la república la desconoce en sus alcances igualitarios y democráticos.

También he recordado aquel semestre, en que siendo Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad del Atlántico, me encargaron la asignatura de constitucional a alumnos del programa de Ingeniería Industrial, la cual debía “dictarse” al medio-dia. Organice para las 32 horas requeridas una lectura, tipo rizoma, del artículo primero de nuestra Constitución Política vigente. Fue un éxito, pues logramos conectar esa norma con todas aquellas que configura lo que es el estado social de derecho. Siempre estuvo el aula llena de jóvenes ávidos de conocimientos.

Entre lo leído encontré unas posturas conceptuales que comparto. Son estas:

1. “El trámite previsto en la Constitución no parece servirle a Petro y por eso, en algunos discursos, parece hablar de mecanismos extrajurídicos para convocar su constituyente…pero estoy en contra de su propuesta de Constituyente, que me parece innecesaria, improvisada, inoportuna, contradictoria ambigua y riesgosa“(Rodrigo Uprimny. El Espectador. 24/3/24).

2.”Petro se comporta como un prestidigitador o culebrero. Se le ocurrió defenderse con la solemne bobería de que la Constituyente no se da entre dirigentes políticos sino con las bases populares. El presidente cree que él no es dirigente y que solo quienes lo apoyan son pueblo. Al día siguiente remató acribillado la historia comprándose con Carlos y Alberto Lleras”(Ramiro Bejarano. El Espectador. 24/3/24).

3. “Colombia ha sufrido demasiado para que la solución sea descender un peldaño más hacia el odio y el caos. (sic). Un verdadero país sería el que sea capaz de aplicar la Constitución que tiene, no el que se invente una distinta, que podría ser aún más incoherente…El deber de los gobernantes es disipar las tempestades, no creer que se puede cabalgar sobre ellas“(William Ospina. El Espectador. 24/3/24).

4. “La propuesta de Asamblea Constituyente plantea riesgos de retroceso en materia de derechos. La Constitución de 1991 tiene un conjunto amplio de derechos que ha sido ampliado y fortalecido por la Corte Constitucional. Una asamblea Constituyente que se discuta en medio de un ambiente altamente polarizado y sin consensos fuertes en torno a los derechos de las minorías, puede acabar con estos”(DE Justicia. 21/3/34).

He seleccionado las anteriores opiniones de expertos, porque me identifico con las mismas, pues en todo lo leído no he encontrado una postura coherente de apoyo a la terca propuesta del Señor Presidente de la República, quien vive armando alaraca a diario. Así que desde acá le comunico, con hondo pesar, a mi amigo que mi sueño de ser constituyente naufragó, en Puerto Mocho. Prefiero seguir soñando con una señora que irá conmigo hasta el Sur Profundo.

La próxima: Prostitución infantil, una llaga abierta.

Nota: el contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.