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Por: Jorge Vergara Carbó

En escritos anteriores nos dimos a la tarea de mostrar la diferencia de enfoque y manejo de las dos principales empresas de Barranquilla dada su importancia en la prestación de los servicios públicos domiciliarios. Una manejada por la Superservicios y la otra por la Sociedad de Activos especiales (SAE). La primera se suponía contaba con experiencia y conocimiento en el sector eléctrico, como en el del agua y alcantarillado eso sí con un desprestigio grande por no cumplir a cabalidad sus funciones constitucionales como lo  es la vigilar y controlar a las empresas que prestan  servicios públicos domiciliarios.

La segunda una entidad con una historia negra por los actos de corrupción cometidos en el manejo de los bienes que por un motivo u otro se los entregaron en custodia. Pero con la esperanza de cambiar ante su mala imagen.

Para intervenir a Electricaribe la SSPPDD, nombró a dedo a un Agente Liquidador, Ángela Patricia Rojas, quien recibió la empresa con unas pérdidas acumuladas durante 18 años de gestión, de $800.000 millones, y termino entregándola con unas pérdidas financieras que superan los $4 billones de pesos en tan solo 4 años de intervención. Pero no fue solo eso, sino que también en su administración se deterioraron no solo la calidad del servicio sino sus índices de gestión, llevando los niveles de pérdidas de energía del 18%, al 35% y, los niveles de recaudo del 85%, al 70%. Esa fue la herencia que recibieron por parte de la SSPPDD, las dos nuevas empresas AIR-E y AFINA, quienes tendrán que invertir en los próximos cuatro años, una suma cercana a los $10 billones, para brindarle a sus usuarios un servicio de calidad igual a las del interior del país.

En la Triple A, el problema no fue por niveles de recaudo, ni por la prestación del servicio, fue por corrupción. Una empresa manejada a dedo por los señores de Inassa, con la complacencia de su junta directiva y sin control alguno por parte de la SSPPDD, se robaran de sus arcas $27.800 millones, a través de 54 órdenes ficticias de trabajo y el contrato de cuatro (4) consultorías que no se prestaron. Por ese caso recientemente la justicia le decretó a su exgerente Ramón Navarro Pereira la condena de 18.5 años, intramuros y el pago de 50.000 SMLV. Además la Triple A, enfrenta un proceso jurídico por la expropiación del 82.6%, de las acciones de Inassa por supuesto cobro ilegal de una asesoría técnica que el gobierno colombiano sostiene no se prestó. Este proceso sigue su curso aunque en forma lenta, lo que por supuesto afecta la imagen de la Institución.

Ante este hecho, que hizo la SAE, cuando le entregaron en custodia las acciones de Inassa. Decidió contratar a una firma casa talentos  para escoger a su gerente. Recayendo esa selección en el profesional barranquillero “Guillermo Peña Bernal” persona de reconocida moralidad y prestigio en la Región Caribe con alta experiencia administrativa, financiera y técnica.

Los resultados en la gestión de Electricaribe y la Triple A, se iban a dar diferencias. Mientras Electricaribe la hundieron más en la quiebra, hasta el punto de caer en liquidación técnica al perder más del triple de su patrimonio, en la Triple A, el gerente con su equipo de trabajo, el respaldo de su junta directiva y por supuesto del sindicato de la empresa mantuvieron a la empresa no solo generando utilidades, sino prestando un mejor servicio y terminar con los manejos oscuros que venían haciendo en la empresa en manos de los españoles de Inassa.

Un gran triunfo para Barranquilla, fue la decisión acertada de asumir directamente el negocio del aseo, y no continuar contratándolo con terceros. No fue fácil para el gerente y sus miembros de junta directiva tomar esa decisión ante la presión de quienes con vínculos con el uribismo venían manejando ese negocio.

ESTADOS FINANCIEROS DE LA TRIPLE A OCTUBRE 2019-2020,

CONCEPTOS             2020*             2019*      DIFERENCIA       %

Ingresos                 558.478         509.282         49.126            9.6

Costos                    433.701         400.373         33.328            8.3

Resultado OPe     124.777         108.909          15.868          14.6

EBITDA                  180.567         138.284           42.283         30.6

Gast Finan              15.575            11.794             3.781         32.0

Impuestos              30.517            35.563           (5.046)       (14.2)

Utilidades Netas   78.685            61.531           17.154         27.9

Total Activos        849.962          649.456        200.506        30.9

Total  Pasivo         490.814         394.504           96.310        24.4

Patrimonio Net    359.148     254.952     104.196     40.9

Pasivo+ patrimp   849.962     649.456     200.506     30.9

RECAUDO              440.431     450.906      (10.475)    (2.3)

Gast Oper             320.069      285.272        34.797      12.2

Total caja ope      124.362      165.634       (41.272)    (24.9)

Impuestos              56.324         62.345       (6.021)        (9.6)

Total Flujo Nego    68.038       103.286      (35.248)      (34.1)   

Efectivo Final         78.009         52.254       25.755         49.3

Regalías Distrito    36.000         29.000         7.000          24.1

Fuente: Estados Financieros Triple A   * millones de pesos.

Estos resultados en plena pandemia hablan por sí solos, la empresa en lo corrido del 2020, ha recaudado el 97.7%, del año 2019, que fue un año sin contratiempos. Su flujo de caja fue reforzado por un Crédito de Findeter por $24.000 millones, de los cuales se han desembolsado $15.000 millones. Eso le ha permitido operar e  invertir alrededor de $100.000 millones, dinero que en gran pare se destinó para adquirir en propiedad 40 compactadoras y 25 vehículos entre ellos volquetas, camiones y construir 78.000 metros de tubería, para mejorar el servicio. La deuda de la empresa hoy  es de $109.415 millones, cuando en el 2017, era de $221.741, millones, es decir un 50.6% menos. Esto significa que la empresa ha venido honrando la deuda, pero a pesar de ello el sector financiero sigue cerrándole sus puertas. Esto por supuesto limita la inversión.

Los resultados que muestran sus estados financieros, significa que la administración actual hizo los correctivos necesarios para mostrar resultados positivos en época de pandemia. Esto por supuesto es importante reconocerlo. Sus utilidades a octubre fueron de $78.685 millones, un 27.9%, por encima de las del año 2019. Su EBITDA creció en un 30.6%, de octubre 2019 a octubre 2020. Los activos crecieron en un 30.9%, mientras los pasivos lo hicieron en un 24.4%, lo que significó que el patrimonio creciera en un 40.9%.

Lo anterior demuestra que ”cuando se quiere se puede” y es lo que ha demostrado la SAE, con el excelente manejo que le ha dado a la Triple A, al haber escogido a su gerente utilizando una firma caza talentos  que le ha imprimido a su personal empatía por la empresa, de ahí esos resultados.

Tengo que reconocer ese trabajo, debido a que era escéptico en el manejo que le daría la SAE a la Triple A, dado los altos signos de corrupción de la Dirección Nacional de Estupefacientes DNE, entidad que cambio de nombre por el de Sociedad de activos Espéciales.

Igualmente reconocer que el doctor Guillermo Peña, acabo con la contratación a dedo, que se venía haciendo, contratando a través de licitación pública y ejerciendo un mayor control de sus ejecutivos y selección de su personal de confianza, a fin de evitar que lo que sucedió no se vuelva a repetir. No le fue fácil  a la administración asumir el negocio del aseo directamente, fueron muchas las presiones que recibió no solo de parte de quienes tenían el negocio desde la época del señor Malabet cuando se entregó en concesión a un privado, sino también las presiones políticas y del gobierno de turno por haberse atrevido a quitarles la joya de la corona, tanto por su rentabilidad como el empleo que genera con sus escobitas. Esa decisión le significa a la Triple A incrementar sus utilidades en una cifra cercana a los $10.000 millones de pesos anualmente.

Ahora esperamos que la justicia opere a favor de la empresa y de los barranquilleros, primero para recuperar la suma robada a través de ordenes ficticias $27.800 millones, suma que podría ser mayor,. De haberse hecho por parte de la Fiscalías  una auditoría forense por lo menos del 2010 al 2018, dado que estas empresas multinacionales tienen la costumbre de contratar con sus propias empresas el suministro de materias primas y estudios de consultoría. Eso a pesar de que en varios escritos se lo pedimos no lo hicieron.  En segundo lugar lograr que el 82.6%, de las acciones de Inassa queden en manos del gobierno nacional.

 Los barranquilleros esperamos que esas acciones pasen a manos de la triple A, y por supuesto en cabeza del Distrito. Sabemos que  la Ley establece como deben repartirse esas acciones, repartición donde se excluye al Distrito, pero el gobierno nacional debe entender que la Triple A, es un patrimonio de los barranquilleros y su control debe estar en sus manos.

Estamos seguros, que si en Electricaribe, hubieran nombrado como Agente Liquidador a una persona sin compromiso político, seleccionada mediante concurso los resultados hubieran sido diferentes. Al no hacerlo en vez de enderezar la empresa lo que hicieron fue quebrarla más, hasta el punto que en cuatro  años manejándola perdieron más de cuatro billones, dinero que salió de manos de los colombianos, que invertimos $4 billones, par recuperar la empresas y poderla vender a un buen precio, no lo logramos dado el deterioro en sus índices de gestión y en el estado de su infraestructura. Por ello terminamos regalando una empresa que factura diariamente $15.000 millones. Hoy no sabemos los colombianos cual fue el precio que pago el señor Alberto Ríos y EPM, por la empresa, cifra que no se quiere dar a conocer bajo el argumento “que fue una negociación entre privados” pero que se hizo con dineros públicos. Así opera este gobierno.

 Los barranquilleros, esperamos que el actual presidente de la SAE, Andrés Ávila, y su junta directiva nombrada por la SAE mediante una asamblea, le dediquen el  tiempo necesario y el apoyo  a la administración actual, para que continúen con el trabajo que vienen realizando sin inherencia política e  intereses particulares, de tal forma que sus índices de gestión cada día muestren mejores resultados.

Por otra parte  pedirle respetuosamente alcalde Jaime Pumarejo, que no delegue su participación en la Junta Directiva de la Triple A, que asista a todas sus sesiones, esa  empresa es la más importante del Distrito.

La Triple A,  es tan  buen negocio que a pesar de los actos de corrupción y el desfalco cometido por los españoles, la empresa sigue prestando un buen servicio y generando utilidades.

Tanto el alcalde Pumarejo como la gobernadora Elsa margarita Noguera deberían bregar para que el Departamento del Atlántico tenga un asiento en la junta directiva de la empresa, es lo más justo dado que la mayoría de los municipios del departamento son clientes de la Triple. Sugiero que hablen con el presidente Iván Duque, para que en la próxima asamblea le concedan en la junta directiva un puesto al Distrito que ya lo tiene, y el otro puesto a la gobernación. Antes teníamos dos (2) puestos.

“Cuando se quiere se puede” no podemos dejar que entre la politiquería a la Triple A, la experiencia que vivimos con las antiguas EPM, debemos tenerlo presente, y lo sucedido con las electrificadoras de la costa caribe, deben estar fijas en nuestra mente para no volver al pasado.

Una ciudad sin servicios públicos domiciliarios eficientes, y sin justicia eficiente no es viable.

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