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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez

“Etimológicamente, la palabra Bacán desciende del “Zeneise”, que significa Genovés, una expresión perteneciente a la jerga que se habla en Liguria, región al Noroeste de Italia, cuya capital es Génova. También como bacán se denomina al individuo que se considera con mucho dinero, o que aparenta tenerlo, acaudalado, pudiente, que se da la buena vida, elegante y refinado. Esta palabra era utilizada para referirse a las personas acomodadas que tenían puestos ministeriales y de mando en los antiguos ferrocarriles de la capital británica. Por otro lado, backhand que significa “con las manos atrás”, es simplemente el quehacer del gringo cuando se paseaba vigilando al trabajador que supervisaba. Entonces, bacán sería el nombre dado a la buena vida, al buen vestir y a los buenos vinos ya que los bacanales eran, en las antiguas Grecia y Roma, fiestas celebradas en honor a Baco, dios del vino, de la mitología romana, en las que se bebía sin medida y con exceso, por lo que la palabra bacanal significa abundancia” GERMÁN SALGADO CAUSIL.

En Barranquilla y el resto del caribe colombiano, podemos ver a muchos personajes sobre todo de clase media alta que viven sin privaciones y gozan de una posición súper acomodada, que tienen una apariencia de Bacanes, pero que en el fondo no son nada agradables y mucho menos se preocupan de manera permanente por los demás sin esperar retribución alguna.

El verdadero Bacán del siglo 21, es un personaje libre de prejuicios, sin complicaciones, sin ataduras, no está pendiente al qué dirán, disfruta de lo simple, de cada momento, de la música, del arte, es un enamorado de la vida, disfruta la compañía de la gente, es apasionado con lo que hace, su vida esta llena de colores y siempre esta dispuesto a entregar una sonrisa, un abrazo y estirar su mano para ayudar al necesitado.

A diario se aprecian y se escuchan palabras de estigmatización al Bacán, “ese es un loco marihuanero, es un vago, deja de andar con ese coleto, un bueno para nada, un perdedor, un bruto, y muchos estigmas sociales” con el cual descalifican al ser humano que práctica un estilo de vida rico en bacanería.

Hablamos con Alfredo González Barrios ‘Pingui’ quien es un ferviente defensor la cultura de la bacanería y nos dice “el bacán ve la vida de manera distinta, con un sentido claro, el bacán produce a diario, estudia, es profesional, es aquel que da lo mejor a todo el que lo necesita, siempre con un espíritu de servicio”

Alfredo González es Licenciado en educación del programa de Idiomas de la gloriosa Universidad del Atlántico, director de la Fundación Cultural La Sombra del Matarratón desde donde realiza un trabajo de construcción de paz, memoria histórica y derechos humanos desde la mediación lectora en articulación con otras disciplinas de las artes en comunidades víctimas de distintas violencias generadas por el conflicto. La fundación del ‘pingui’ Busca generar procesos que ayuden a construir mejores entornos para la convivencia y mejorar del tejido social.

Que bueno, que hoy muchos profesionales de distintas ramas de la economía, están descubriendo la vocación de servicio, el ayudar al otro, al medio ambiente, a los animales, a través de la BACANERÍA.

¡NO TE DE MIEDO SER BACÁN!

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