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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez

“El principal valor es estar vivo” Pepe Mujica

Al leer el fascinante libro de esa gran escritora chilena, Isabel Allende, “La Ciudad de las Bestias”, descubrimos un viaje espectacular por el realismo mágico de una historia maravillosa, que logra el objetivo de un buen libro, el vivir paso a paso lo que se narra entre letras y capítulos, como si estuvieras disfrutando de una película del séptimo arte.

Lo que hoy se vive en Colombia, es sin lugar a dudas un símil de esta gran obra literaria, pero con un agravante que es una realidad y no una ficción.

Por eso anotamos que es el País de las Bestias, donde parece no haber una puerta al sano juicio y a las buenas actuaciones para vivir libre de odios, rencores y agresiones.

En Colombia se ha vuelto normal durante más de 50 años, ver a una bestia que por donde pasa produce: El robo, el genocidio, la trampa, la mentira, el desplazamiento forzado, el derramamiento de sangre por cualquier lugar, las lágrimas, las tristezas, la incertidumbre, el hambre y el miedo.

Esta gran bestia, que para muchos que hayan visto una película de ficción o disfrutado de una obra literaria; podría medir tres metros con dos o tres cabezas, una gran cola, garras inmensas y una boca gigante que cuando la abre lanza fuego y  quema todo a su paso. Es sin duda alguna una bestia destructora, pero la mala noticia es que no es solo una, es una manada de bestias que se han prometido acabar con todo.

“Si te gusta ganar dinero, no te metas en política” Pepe Mujica

La cita anterior del gran ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica, nos recalca una verdad de apuño. Y es que esta apreciación se convierte en una de las principales bestias de este maravilloso país. Los políticos colombianos han visto en el ejercicio de la política la forma de hacer dinero, de multiplicar sus riquezas y de cambiar su vida, a costilla de todas las prebendas que reciben como miembro de una colectividad política y de arrasar con el erario.

Los partidos políticos son los garantes, vigilantes y guardianes de la democracia, el respeto por las leyes, las normas y la constitución, son fundamentales para garantizar el equilibrio en un estado. Pero tal parece que en este país estos partidos políticos se convierten en una gran bestia, al no cumplir con las mínimas garantías constitucionales para el sano desarrollo de la correcta democracia.

La batalla de las ideas hoy a cambiado de escenario y le da paso a lideres populistas, que con engaños y discurso perversos intentan convertirse en unas bestias hambrientas, generando polarización y dificultad en los acuerdos y sanas discusiones que lleven a dar paz, amor y tranquilidad.

La cultura del (narcotráfico, mafia y contrabando) que impera en Colombia desde hace más de 50 años, hoy nos deja una mala herencia, nuestras juventudes han nacido y crecido en un mundo efímero, para nada confiable y sin ninguna clase de garantías para un sano desarrollo. Este aspecto dañino y nefasto se convierte en una gran bestia letal para nuestra humanidad. Ya no solo en las áreas rurales, sino también en los sectores urbanos.

Las políticas  de macroeconomía implantadas en el mundo, por  los selectos grupos de multimillonarios que ponen y quitan presidentes en el globo a su antojo, descubrieron que las directrices económicas diseñadas por Milton Friedman, llamadas Neoliberalismo Económico, no es más que la seducción, corrompimiento y destrucción de los estados, a través de las políticas capitalistas salvajes, que tienen un solo fin, el manejo político y financiero de los distintos estados y con ello acabar y maltratar a un segmento de la población (los pobres y desprotegidos), quienes poco a poco no encuentran oportunidades a la resolución de sus problemáticas. Esta gran bestia va por todo el mundo tratando con sus políticas globalistas, apoderarse de las riquezas de las naciones.

La guerra, se ha vuelto el gran negocio y la gran bestia (guerrillas, paramilitares, grupos delincuenciales, estado-gobierno) en fin muchos han visto a través de esta modalidad sacar provechos personales, sin importar a quien maltratan, aniquilan y sacan del camino.

Una bestia que es importante en este andamiaje son los medios de comunicación, quienes sirven de parlantes y carteles flotantes para mostrar las ideas perversas de una u otra bestia que intenta hacer algún tipo de daño. Por unas cuantas migajas de pan o platos de lentejas se venden al mejor postor para sacar su máximo provecho. Sin importar el daño que puedan causar. Aquí solo importa el bienestar particular.

En otrora, fue el circo romano, hoy es el fútbol, las rumbas desmedidas y los mensajes incoherentes que invitan al desaforado esparcimiento de la población, esto se convierte en el método más importante para alienar a los individuos y lograr que se mantengan adormecidos y vivan en un letargo, para que no reclamen, no abran los ojos y se den cuenta de todas las carencias psicosociales, y no perciban la insatisfacción, y mediante la  publicidad política de pensamientos del positivismo,   vean y acepten lo que el gobernante desea que reciban.

Por todo lo anterior, es muy difícil, hacer una desconexión, eliminar a esas bestias que por años han propinado destrozos a la población, pero siempre existe una puerta o salida a toda adversidad, lo primero es que toda la población logre inscribir su cédula, para en las próximas elecciones hacer el deber constitucional, votar por el candidato que se considere puede ayudar a mejorar las situaciones en este país. Evaluar muy bien las hojas de vida de los aspirantes al congreso y presidencia. Lograr que jóvenes con nuevas ideas, preparados y con ganas de aportar a este país logren llegar a instancias legislativas. Y ya está bueno de seguir vendiendo la conciencia por miserablezas y abrazos hipócritas de politiqueros corruptos. Por primera vez tengamos DIGNIDAD, como lo pedía Policarpa Salavarrieta.

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