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Por: Jenniffer Rueda Martínez

Desde el inicio de la humanidad, se ha impuesto como desarrollo de proyecto de vida, tener pareja, hijos y conformar una familia. Aunque para nadie es un secreto que hoy en día son más los hogares separados y que hay un número considerable de personas que no se visualizan en una relación de pareja, todavía permanecemos en esas viejas creencias que solo una persona es feliz y realizada si está casada y con hijos, de lo contrario te observan como un ser pobrecito e incompleto. Situación común de personas que hace algún tiempo no se ven y repentinamente se encuentran, no se hace esperar el interrogatorio “¿Y cuéntame que es de tu vida, te casaste, cuantos hijos tienes?”, y el otro con baja autoestima responde casi que en medio de un suspiro y una lagrimita “nada, estoy esperando que llegue mi príncipe azul o la mujer de mi vida”, mientras el primero lo mira con la mayor de las lastimas a la vez que expresa “ponte pilas que te va a dejar el tren”, aunque entiendo perfectamente la metáfora, yo me sigo preguntando ¿Cuál tren?, con tanto medio de transporte que hay para recorrer el camino de la vida y se sigue insistiendo en encasillar a las personas en una única opción de vida, lo cual solo lleva a un desespero irracional por estar acompañado, no importa quién es, ni como es, si tengo pareja estoy menos mal que los demás, cuantas personas infelices, soportando una relación de pareja solo por cumplir ese requisito.

Otra situación que pasa siempre es que si estabas casada/o y decidiste separarte y pues eso se empieza a notar porque la soltería se nota señores, ocurre el fenómeno en que los muertos empiezan a resucitar, las almas de los fieles difuntos empiezan a penar, sin importar si están comprometidos con alguien, parece que el separado/a se colocara un letrero que dice “necesito compañía” (por no decirles otra cosa) y llegan los mensajes, las llamadas, las invitaciones, las insinuaciones; espero que tu desesperación por estar acompañada/o no te lleve a buscar una trágica compañía, todos los estados de la vida hay que disfrutarlos al máximo, si tienes pareja disfruta tu relación, pero si estas soltero disfruta de tu compañía y de todo aquello de lo que te debes privar por estar con alguien.

Hoy quiero decirte que ese cuento de que el ideal es estar casado y con hijos esta mandada a recoger hace años luz, si es tu opción y se te da maravilloso, pero y si no te ubicas en esa “mayoría” y descubres que te es más agradable disfrutar la vida de otra manera, pues también es genial. Deja de verte como la victima triste y derrotada porque ves en las redes sociales matrimonios felices, te aseguro que la mayoría de esos casos muestran por marketing sobre todo si son figuras públicas, una foto perfecta no significa una vida perfecta. Realizo este escrito sobre todo porque ya se avecina el mes de septiembre, donde te batallan por todos lados con el color rojo, flores, chocolates, peluches, serenatas y demás, mi querido amigo y amiga, si a usted le gusta todo eso, salga y cómpreselo y regáleselo usted mismo, invítese a salir, que mejor forma de celebrar el amor y la amistad que con el mejor amigo y el amor más verdadero del mundo que no es más nadie que usted mismo.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Psicóloga, Jenniffer Rueda Martínez