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Por: GASPAR HERNÁNDEZ CAAMAÑO.

“…me preocupan tanto los muertos como los asesinos”. GABO.

La noticia, como tal, solo me demuestra que en Colombia ni los congresistas ni el presidente de la República han leído y estudiado, como debe ser, el texto íntegro y teleológico que, hace exactamente 30 años, se redactó y promulgó para darnos una constitución política de acuerdo a la filosofía de un estado social de derecho, luego de un proceso “revolucionario” que se denominó “La séptima papeleta” convocante de una Asamblea Constituyente. 

Es tan clara la noticia, cuyos titulares, a toda página son del siguiente tenor:

Ponencia pide tumbar la pena perpetua a violadores de niños. El tiempo revela el proyecto de fallo de la magistrada Cristina Pardo que dice que se sustituyó pilar de la constitución de 1991: la dignidad humana. El gobierno defiende norma.”(Ver. pág. 1.6. 22/8/2021).  

Decidí recortarla del ejemplar del diario y cargarla en el morral de lector, por un tiempo hasta digerirla y atreverme a escribir esta columna que había decidido dedicarla a comentar las declaraciones del presidente de la Corte Constitucional, Magistrado Dr. Lizarazo, en la entrevista concedida al periodista Yamil Amat para el mismo diario, en la edición del domingo 15 del mes pasado, publicada bajo el titular: “niños y niñas deben conocer la constitución“.

El editor del diario hace un resumen de la entrevista destacando: “El presidente de la corte constitucional, Antonio José Lizarazo, dijo que se prepara una campaña para acercar a la niñez y a los jóvenes, que representan el 30% de la población en el país, a la carta magna y al conocimiento y defensa de sus derechos”. (ver pág. 1-14).

Es preciso señalar que El Tiempo es uno de los periódicos, de circulación nacional, que mantiene una serie de noticias, crónicas, entrevistas y reportajes sobre situaciones críticas de los derechos de los niños colombianos. Esa es una encomiable labor, con fondo pedagógico, que debe divulgarse, para que todos los colombianos, cada día más, seamos conscientes del gran valor futuro que le depara a nuestra niñez conociendo y aplicando lo consagrado en la Constitución Política.

La entrevista al presidente de la constitucional. Entre lo que declaró y enseñó, en la entrevista con el periodista, el presidente de la Alta Corte, destaco para mis “seguidores”(a lo Diomedes) de telatiroplena.com lo siguiente:

1. “La Constitución consagra la prevalencia de los derechos de las niñas y niños sobre los derechos de los demás, promesa constitucional que aún no logramos materializar. Los niños, niñas y jóvenes representan aproximadamente el 30% de la población colombiana y están presente en las muchas de las decisiones de tutela que profieren los jueces de la república“.

2. “Si bien el artículo 44 de la Constitución prevé que los derechos de las niñas y niños prevalecen sobre los demás, su materialización y aplicación es una tarea compleja, pues se trata de un principio orientador y no de un derecho concreto. Por esta razón, interpretar el alcance y consecuencia de este ha sido tarea fundamental de los jueces constitucionales y en particular de la corte constitucional“.

3. “El juez debe considerar las necesidades del menor, las cuales no dependen de un criterio arbitrario de la voluntad de los padres, la exposición a riesgos, entre ellos, la violencia intrafamiliar, las razones de peso para la intervención del Estado en las relaciones familiares, son, entre otros aspectos, los que deben orientar su decisión final. Además, siempre atendiendo que, si hay intereses en conflicto con otra persona, su defensa debe someterse al ejercicio de ponderación guiado por la prevalencia de los derechos de los niños y las niñas“(Ver pág. 1-14 de 15/8/2021).

La Corte Constitucional, anunció su presidente en la entrevista en comento, proyecta una campaña pedagógica a nivel nacional para acercar a la niñez a la sociedad. Y que aprendamos a respetar los derechos de los niños. Pedagogía, sugiero, que debe comenzar por la Casa de Nariño, por el Congreso, maestros de escuela y padres de familia. Sería, recomiendo, una catedra de amor a los niños, del amor como derecho prevalente de los niños en razón de ser únicos titulares de sus propios derechos. Tamaña revolución copernicana en el ámbito constitucional del Derecho Bizantino de Familia en Colombia, un país con vigencia, todavía, del Código Civil de Napoleón Bonaparte.

Ponencia sobre cadena perpetúa.

En la noticia que me sorprende se presenta el siguiente resumen, de la “filtrada” ponencia de la Magistrada Dra. Pardo, sobre la carreada cadena perpetúa a violadores y asesinos de niños y niñas:

El tiempo estableció que la ponencia pide declarar inconstitucional la reforma bajo el argumento de que la pena perpetua es violatoria del principio de la dignidad humana, que es un elemento fundante de la Constitución de 1991.

“El Congreso de la República transgredió su poder de reforma al incluir la pena de prisión perpetua revisable en el artículo 34 de la Constitución, pues afectó un eje definitorio de la carta como lo es el estado social y democrático de derecho fundado en la dignidad humana y, en consecuencia, sustituyó la constitución“, dice el documento reservado”. (Ver. pág. 1.6 del 22/8/2021).

Un exministro. Más adelante presenta la posición de un Exministro de Justicia: 

“En otra orilla, Yesid Reyes argumentó que la reforma debe declararse inconstitucional porque no cumple con los fines de resocialización de la pena, ni va de la mano con el deber del estado de reinsertar al sentenciado a la sociedad ni de prevenir este tipo de delito

“Como la prisión perpetua no se reduce a devolver un mal proporcional al delito cometido, sino que busca inocuizar al condenado para que a futuro no vuelva a cometer delito, se está castigando por la sola probabilidad de que llegue a delinquir, y no por el hecho punible efectivamente cometido. Y eso es contrario a la constitución“, dijo” (Ver pág. ídem).

Un presidente. Esta respuesta del Exministro Reyes, con formación alemana, nación donde I. Kant expuso su hermosa tesis filosófica sobre la dignidad humana, es alusiva a lo declarado por el Señor presidente de la República, quien dijo:

“La cadena perpetua…es la demostración más grande de que en Colombia se pueden alcanzar triunfos colectivos, que van más allá de pertenecer a partidos, a organismos, a entidades, hay algo más sublime y es el propósito del país, y sobre todo, el propósito de proteger y de tutelar los derechos de los niños, niñas y adolescentes“(Ver pág. ídem).

Un rector universitario. Pero que el presidente de la República calificará de sublimé el acto legislativo, bajo examen de constitucionalidad de la guardiana de la carta, no es tan lamentable, ya que es retórica presidencial. Lo lamentable, para mí, es que un rector de una Universidad de “excelencia académica” y que forma “juristas”, afirme lo siguiente:

Sin duda, la cadena perpetua es una herramienta poderosa para enfrentar estos actos atroces. Adicionalmente, deben fortalecerse la prevención del delito y el cuidado de los menores, así como la atención eficaz de las víctimas”(Ver pág. 2B, opinión, de El Heraldo 23/8/2021).

Conclusión. Es evidente que en nuestro país ni legisladores, ni el Jefe de Estado, ni rectores universitarios, ni jueces de la República, de esos que aún sé creen  “La boca de la ley“, conocen el texto íntegro de la Constitución Política, redactada durante seis meses de 1991 por una vario-pinta Asamblea Constituyente, presidida por un Ex-guerrillero a lo “Blas El Teso“, un ex-nadaista de la fría Manizales y el asesinado por un comando guerrillero de la ex-FARC en el corazón urbano de Bogotá, hijo de un ex-Presidente de la República conservador. Esa constitución que convirtió, por arte de la ficción política, un país feudal en un suizo “estado social de derecho“, sin que sus redactores conocieran, al dedillo, la teoría del Derecho del profesor de ética de la Universidad de Koneisberg de la Prusía del Siglo XVIII, y, mucho menos, que hayan sido capaces, en sus regiones, de convertirse en pedagogos de la obra colectiva que los convirtió, hace 30 años, en pobres personajes de papel mache de nuestra historia patria contemporánea.

Esa Carta de navegación, hecha a retazos de teorías políticas europeas, de la España Post-franquista y del Alemanía ex-hitler, y de profesores de Harvard y Oxford, solo la ha venido defendiendo de caballistas, narcotraficantes, paramilitares y legisladores de mafias de todo tipo, la corte constitucional, cuyo prestigio pisoteó recientemente un abogado-gamonal de Montería. Esa corte es la que entiende cuál es el significado ético kantiano del principio de respeto de la dignidad humana. Y ello, presumo, porque en esos pasillos del Palacio de Justicia de la Calle Séptima, aún se sienten los pasos de los ex-magistrados Ciro Angarita y Carlos Gaviria Díaz, difuntos que dejaron de herencia verdaderas herejías constitucionales, en buena hora rescatadas por los Magistrados Dres. Lizarazo y Pardo

Ha llegado la hora de hacer verdad real nuestra Constitución Política del 91, comenzando a enseñarla a todos los niños, incluso a esos de sé han convertido, por la compra de votos, “Los bochornosos padres de la patria“, desde el hogar hasta en las aulas de las universidades acreditadas. ¡Es hora de respetar la dignidad humana de víctimas y asesinos, como bien lo dijo GABO en 1967 en Lima!

La próxima. Conversación de soledades de dos “pichones” de premios nobel de literatura.

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