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Por: Jenniffer Rueda Martínez
Cuando llega la temporada de fin de año, algo pasa en todo lo que nos rodea y hasta en nuestro interior, es como si se activara algo automáticamente que nos hace percibir los días de una forma diferente, incluso la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor, se pone más bonita, el sol brilla más, el cielo se pinta de un azul parejo e intenso, la brisa acaricia con más suavidad, el anochecer y el amanecer es toda una obra de arte exquisita.
Las familias se organizan para desempolvar los adornos navideños guardados de años anteriores, los cuales muchos de ellos contienen sus propios recuerdos y significados, la música es alegre, pero a la vez nostálgica, está la alerta encendida con grandes expectativas para vivir las fechas especiales, las cuales guardan su propia tradición, donde una de las más importantes es estar reunidos con los seres amados desbordados de alegría. Pero y que pasa cuando estas atravesando por una situación mental y emocional en la cual en lugar de alegría sientes tristeza y en lugar de estar acompañado con una pareja te encuentras soltero y recién de haber tomado la decisión de terminar una relación; pues te cuento que te encuentras en una situación sensible y de alta vulnerabilidad, en la cual todo lo que describí al inicio de este escrito, te puede hacer sentir que tu dolor es más fuerte y te puede empujar a retractarte de la decisión tomada de haber terminado esa relación, te vas a sentir tentada a revisar redes sociales, mandar un mensaje o hasta llamar con cualquier excusa, ¡por favor no lo hagas!, el mes de diciembre va a pasar, algún día un buen amigo me dijo: “las tradiciones no deben controlar la vida de las personas, somos nosotros quienes debemos tener la libertad de elegir cuando y como las vivimos”, no tienes que estar igual a todos, no tienes que encajar en la norma, puedes darte el permiso de enfocar tu atención en la forma como tú quieras pasar esta época del año, tal vez esa relación tormentosa te costó mucho finalizarla, no dejes que un mes que así como inicio va a terminar te empuje a volver a la tortura, más bien estas al frente de un reto contigo misma y es concientizarte y potencializar la fortaleza que llevas dentro para afrontar esta situación que será transitoria, te lo prometo, de la mejor manera, el contacto cero al inicio es doloroso y parece insoportable, pero no lo es, todo lo contrario es tu mejor método para empezar a sanar.
No te dejes arrastrar por las jugadas maestras que tiene la mente, por el contenido que le das a tus pensamientos y por el cambio intenso de tus emociones, puedes correr el riesgo de desencadenar un cuadro depresivo, el cual es un tipo de trastorno que se intensifica en esta temporada del año, por la interpretación y significado particular y subjetivo que le damos a las cosas. Tienes el poder de cambiar tu situación, de elegir en que pensar, de vivir tus emociones y dejarlas pasar. Aleja de tu mente la idea irracional que solo con esa persona que te causa dolor es con quien puedes sentirte feliz, nadie se separa si es feliz, más bien date la oportunidad de acercarte a tu familia y amistades y comparte con ellos las actividades de decoración, cocinar y hacer planes diferentes que te ayuden a darte cuenta que si hay otra vida después de una finalización de relación de pareja.
Refuerza tus decisiones con una ayuda profesional y evita caer en el dolor profundo generado por la desesperanza.
Te deseo una feliz navidad, un próspero año nuevo, pero sobre todo una feliz vida.
Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Jenniffer Rueda Martínez, Psicóloga