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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez.
¡Miedo por aquí, miedo por allá, miedo por todas partes!
Estás en tu casa, y lógicamente, escuchas, lees o ves noticieros para mantenerte enterado de las noticias que ocurren en el país y en el mundo, no podemos estar desconectados del día a día. Pero desde que estás dentro de tu vivienda, sientes miedo, el miedo que los medios de comunicación te envían, por las terribles situaciones que aparecen: Que la guerra con Rusia, que Venezuela, que los chinos, que el dólar sube y baja, el aumento de la canasta familiar, que los contenedores no llegan, en fin, una tras otra.
Pero hay un miedo que te hace hasta orinar del susto, cuando llegan los tipos de la empresa de energía Air- e, terrible, parecen unos demonios, son sinónimo de catástrofe, cuando llegan a una cuadra, la cambiadera de contadores, la cobradera, los altos costos del servicio, la prepotencia y arrogancia con la que asaltan, produce un miedo terrorífico.
Que el COVID, ómicron, delta, gripa, dengue, que la vacuna, que ya estoy vacunado, y preciso sale nuestro “presidente” hablando sus cantinflescas apreciaciones basadas en “investigaciones científicas”, que lo dejan a uno peor, con el doble de miedo.
Cuando sales a la puerta de tu casa para barrer la terraza, que miedo tan “hp” debes cerrar la puerta y estar pilas, con las motos y todo el que pase, cualquiera es ratero y te puede “joder”. Te montas a un bus, a un taxi, o pillas un indriver, vas con tembladera del miedo, el conductor o el que está a tu lado es bandolero amigo de lo ajeno.
Por otro lado, pilas con los impuestos, con los bancos, con los servicios públicos, si no pagas te pueden hasta quitar la casa, o meter preso como hace la Dian.
Definitivamente, en Colombia, es una plataforma para llegar al paraíso, porque lo que se vive aquí es el propio infierno del miedo. Ni hablar, de los mensajes politiqueros de los corruptos: El castrochavismo, la guerrilla, que nos volveremos como Venezuela, que somos el país más feliz del mundo y nos pueden quitar la felicidad. Puro mensaje de terror.
Por donde te metes, lo que te llega es el propio miedo. Pero debemos sobrevivir, estar atento, y lograr trabajar desde la disciplina para tener salud mental, espiritual y física, con lo que poco a poco obtendremos pensamiento crítico, resiliencia y el actuar correctamente.
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