Telatiroplena.com, periodismo serio, social y humano
Por: Jairo Eduardo Soto Molina
“No se puede dialogar con quien no sabe razonar. Si la razón está en el diálogo, como advierte Habermas, que demuestre cómo se puede dialogar con quien no sabe razonar.” Jesús G. Maestro 1967
El presidente electo, Gustavo Petro, ha anunciado la puesta en marcha de un programa de diálogos regionales para debatir la problemática de los diferentes escenarios del país, de tal manera que sea posible la identificación de necesidades que es necesario atender con prioridad.
Esta propuesta va a tomar por sorpresa a los gobernantes y dirigentes regionales, pues, como se ha evidenciado, son muy pocas las entidades departamentales y municipales que han estructurado proyectos de inversión. Siempre se habla de un catálogo de necesidades, que es fácil enumerar, y sobre esas enumeraciones se hacen promesas que, por lo general, nunca se cumplen, pues no llega a existir un estudio que sustente el requerimiento y que lo traduzca en cifras, documentos de apoyo y cronogramas de trabajo.
El mismo Departamento Nacional de Planeación ha dicho que existen casi $ 25 billones en las arcas de la Tesorería Nacional por concepto de regalías, dineros que no han podido ser utilizados porque no hay proyectos estructurados para sustentar la inversión.
Mientras alcaldes, gobernadores y gobierno nacional no se pongan de acuerdo en crear un organismo que estructure proyectos, estos ejercicios van a ser de poca utilidad, pues gastar en oficinas técnicas no genera dividendos políticos, lo que los hace esquivos a cualquier tarea gubernativa.
El nuevo presidente debe ser claro con los gobernantes regionales y locales, y hacerles caer en la cuenta de que tienen que cambiar de mentalidad a la hora de demandar la inversión para sus territorios. Y pensar también en que esa importante cifra guardada en las arcas del Estado debe servir también para estructurar de una vez por todas a ese organismo técnico que elabore proyectos de inversión para las regiones.
El gasto público es fundamental para impulsar el desarrollo y los recursos están ahí guardados esperando oportunidad de inversión para entregar obras y servicios a los habitantes de las regiones, y resulta absurdo, y totalmente imperdonable, que las regiones no puedan invertir, aun teniendo la plata guardada para hacerlo.
La región que más invierte en Colombia es el departamento de Antioquia, porque allá sí entendieron que las cosas funcionan es sobre la base de proyectos sustentados que estructuren la necesidad del servicio. Por eso es por lo que tienen los mejores proyectos viales, los mejores sistemas de transporte masivo y una infraestructura de primer orden que supera a la del resto del país. Pero, además otra razón fundamental es que la Universidad de Antioquia es líder en formulación de proyectos de inversión social en Antioquia y el eje cafetero.
De acuerdo con esto, la mejor conclusión de estos diálogos regionales debe ser la de enseñar a las regiones a hacer la tarea en debida forma, para que entiendan de una vez por todas que la inversión de recursos está sujeta a un proceso metódico y ordenado, que es imperioso observar. El departamento de Planeación Nacional debe funcionar de una vez por todas articulados a las universidades a través de los departamentos de proyección social y extensión, con el horizonte gubernamental de todas las políticas nacionales que van trascendiendo hacia las regiones que diseñarán un cuadro de necesidades propias y pertinentes. Para definirlo en una forma participativa como ya lo anunció con las carreteras de tercera generación para conectar mejor las zonas apartadas del país con los centros urbanos. Estamos en un momento coyuntural y de transición y el gobierno debe trabajar un plan decenal desde esta perspectiva con la participación de los académicos de las distintas universidades públicas.
No solo es determinar la inversión y desarrollo regional, sino que se define sobre todo por subregiones para que el desarrollo llegue “tierra adentro” o a los lugares más alejados del perímetro urbano para que el país deje de ser tan urbano.
Por ejemplo, la Región Caribe estaría dividida en varias subregiones naturales, las cuales son: Península de La Guajira y zonas de rancherías. Sierra Nevada de Santa Marta. Delta del río Magdalena, Sabana del Caribe, Valle del Sinú, Valle del San Jorge, aguas territoriales del mar Caribe y territorios insulares (archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina, Depresión Momposina o Distrito del río Grande de la Magdalena, El distrito del oro (serranía de San Lucas), La Mojana, Sur Caribe (sur del Cesar, subregión del dique, Subregión del Petróleo (Magdalena medio).
Citas al cierre:
“Una filosofía de la humanidad se distingue de una filosofía del hombre por su insistencia en el hecho de que no es un Hombre, hablándose a sí mismo en diálogo solitario, sino los hombres hablándose y comunicándose entre sí, los que habitan la tierra “— Hannah Arendt filósofa política alemana y posteriormente estadounidense 1906 – 1975
“la educación debería proporcionarnos los elementos necesarios para desenvolvernos de manera eficaz en ese diálogo multinacional, como “ciudadanos del mundo “— Martha C. Nussbaum filósofa estadounidense 1947
Tomémonos un tinto seamos amigos. Sigan siendo felices Jairo les dice.
Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Jairo Eduardo Soto Molina, Profesor de tiempo completo titular, investigador 1279 (80), Doctor en ciencias Humanas, Par académico MiniCiencias-MEN