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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez

Recibí la invitación de Edwar Picón, un capitán retirado de la Armada Nacional, quien es un enamorado de los ríos, los mares, el medio ambiente y del planeta. Él es algo así como un guía de turismo, pero la verdad es que el “Capi” como cariñosamente le llamamos es un sorprendente loco enamorado por las maravillas que tiene este hermoso país llamado Colombia y su objetivo, es que cada uno de nosotros se sienta orgulloso y valoremos lo que tenemos.

“Mi intención, es llevar el mensaje del cuidado del planeta, que entendamos, que es uno solo, que debemos cuidarlo, y agradecer todos los días por este paraíso. Yo, soy uno de los pioneros en Barranquilla, preocupado por hacer ecoturismo, con mi empresa Aquatours, nos preocupamos porque la gente se conecte con la naturaleza, pero con todas las medidas de seguridad”, afirma Edwar Picón.

Le cogí la caña al “Capi”, me programé y le confirmé mi asistencia al tour por la ciénaga del Torno y un recorrido por la Isla Salamanca. La llegada o punto de reunión es la Aleta del Tiburón, allí, el “Capi” entrega la charla de bienvenida, con las instrucciones y recomendaciones de rigor y seguridad. Lista la información se hace una oración, las respectivas fotos y el abordaje a la lancha con motor que nos conducirá por las entrañas de la naturaleza.

Nos montamos en la lancha tipo 9:00 am, salimos del punto de encuentro, atravesando el Río Grande la Magdalena saliendo del departamento del Atlántico y entrando al departamento del Magdalena, jurisdicción de Sitionuevo.

Tan pronto entrábamos al departamento del Magdalena, inician los coros unísonos de waoooo, que hermoso, maravilloso; navegar por los canales de agua de la Isla Salamanca, es fenomenal, observar las variadas y coloridas mariposas, sentir los distintos cambios de temperatura, el avistamiento de aves, la variedad de mangles, observar a los lugareños que sirven de cuidadores del ecosistema es sin lugar a dudas mágico.  

A medida que entrabamos en la espesa selva, nos alucinábamos con tanto realismo mágico, nos metimos en una ciénaga denominada El Torno, allí conocimos como viven, y su sustento básicamente lo sacan de las ostras, ese camino nos conduce a las playas de un mar abierto y furioso, que sus pescadores nos prepararon una picada de róbalo con patacones de guineo verde.

De regreso salimos por unos de los canales de la Isla Salamanca y llegamos a una pequeña finca, allí nos bañamos en un lago, donde los peces hacen un trabajo de terapia contra el estrés, la famosa ictioterapia, o pescado terapia, los pececitos muerden la piel, y uno siente como pequeños corrientazos, el agua se vuelve cristalina y se logran ver los peces, realmente es algo súper sensacional que te hace olvidar si tienes algún problema.

De regreso a la ciudad de Barranquilla, como en todo el recorrido el “Capi” sigue contando historias del río, el mar, la flora y la fauna. Dimos una vuelta y entramos al río por las inmediaciones de la isla 72, que queda frente al barrio las Flores, y subíamos por todo el Río Grande de la Magadalena, que por muchos tramos de imponente espesura y anchura, se encuentra sedimentado.

Para finalizar, te cuento, que, en algún momento de tu vida, debes darte esta gran oportunidad de vivir esa experiencia, estoy seguro que te gustará.

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