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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez

Waooooo, por estos días tertuliando con mi compadre “EverBol”, nos dimos a la tarea de hacer un análisis exhaustivo sobre el comportamiento y actitudes de nuestros honorables y bendecidos aspirantes a ocupar una silla en un ente gubernamental de elección popular, quienes serán administradores y coadministradores de la cosa pública.

Es sorprendente ver como abrazan, se ríen, contestan llamadas, abren el corazón y sienten empatía por el que está bien jodido, al punto que toman sopas en platos de plástico, sentados en los pisos y bordillos de los barrios populares, el cariño que demuestran hacia los niños mocosos y piojosos, a los viejos curtidos por el sol, no les importan los olores nauseabundos provenientes de las entrañas de las comunidades, se dan besos y abrazos con los harapientos andrajosos, espelucados que se ven deambulando por nuestros territorios.

Sin importar las terribles horas de calor que azotan al caribe colombiano, han dejado atrás transitoriamente esos espacios exclusivos y finos, donde la sociedad olorosa y perfumada  disfruta de los ricos manjares  gourmet y las bebidas exóticas preparadas por la alta cocina y les toca empujarse la fría helada, el ‘raspao’, el agua de panela y la chica de maíz que les brindan aquellos líderes barriales que mueven las masas y cautivan adeptos para el amigazo politiquero, claro está, esto tiene coste como dirían los españoles, “mucha flor en primavera buen otoño nos espera”.

Es asombroso como los estados de sus redes sociales y WhatsApp por obra y gracia del espíritu santo, hoy se abrieron y son públicos donde ellos a diario muestran el lado generoso y amable, abrazando y besando a la señora que vende fritos, exponiendo de igual manera su fogón de leña y los utensilios rudimentarios con los cuales ella prepara manualmente sus productos. Otros más montan la bicicleta del amigo que vende el popular arroz de payaso y, pero, aunque nunca jugaron ni con los barrotes de la cama hoy son grandes deportistas y se trasladan a las diferentes canchas de la ciudad ofreciendo su nombre y su número asignado en el tarjetón de las próximas elecciones.

Para terminar, esta vaina pinta buena, el billete parece estar rodando y Puerto Mocho a muchos los estará esperando con sabía ansiedad…..

Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.