Telatiroplena.com, periodismo serio, social y humano.

Por: Jaime Colpas Gutiérrez, cronista e historiador

La ciudad de los recuerdos se conmocionó con tu partida de este mundo terrenal, en tu Arenosa del alma que te vio crecer en medio de un mundillo cultural en el cual te forjaste como el más genuino de los barranquilleros de antaño.

Ibas a cumplir 99 años el 5 de febrero próximo, el mismo mes y año en que nació mi padre Pedro Pastor en 1926.

En 1972 era estudiante de primer año de bachillerato en el colegio municipal Francisco José de Caldas que funcionaba en la abandonada Estación Montoya y fue cuando en su biblioteca leí una crónica tuya en Diario del Caribe sobre la historia de Barranquilla.

Desde ese día quedé fascinado con tu estilo del cual me enamoré y lo convertí en mi fuente de inspiración para forjar mi vocación como historiador barranquillero y atlanticense.

La vida nos iba a cruzar en los mismos caminos por los que tu llevabas la delantera con tu liderazgo cultural, forjandote como el Heródoto de la historia de la ciudad a través de tus crónicas de Imagen Temporal de Barranquilla, todos los domingos por muchos años en El Heraldo de tu gran amigo Juan B. Fernández R.

Por cosas del destino acompañé al compañero de estudio de Ciencias Sociales de Uniatlantico Sergio Solano de Las Aguas, el historiador más prolifico del Caribe colombiano; y al amigo Armando Bonell quien tenía un nombramiento del Consejo Municipal como subdirector del museo Romántico que iba a ser inaugurado en la mañana del 7 de abril de 1983. Nombramiento que fue un falso positivo

Allí en esa ceremonia en la sala de la casona de las Freun del boulevard central de El Prado le diste apertura a tu templo de la historia romántica en medio del gran silencio urbano que hoy se cierne sobre tu legado intelectual y cívico.

Así que con los años nació una amistad profunda con tu persona, convirtiendo tu museo en mi laboratorio personal y como profesor de la Universidad del Atlantico llevaba a mis estudiantes al final del semestre a un recorrido por sus salas llenas de objetos y testimonios de la urbe, del cual salían inspirados como maestros del pasado.

También tu museo fue el escenario del lanzamiento en 1995 del calendario Memoria Temporal de Barranquilla que hicimos con el amigo Álvaro Tirado Arciniegas y del texto La Formación Departamento del Atlántico 1905-1915 que editó el gobernador Carlos Rodado Noriega en el 2005.

Hoy me queda el recuerdo de tus graciosas conversaciones al lado de tu hermano Jimmy de la Espriella, otro enamorado de la lírica de la ciudad, con quién hoy te has reencontrado en el mundo celestial. ¡Vuela alto amigo Alfredo!