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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez.
Homenaje a los Cumbiamberos que se van de este mundo.
Despedida del caballero de la cumbia Mario Ramírez.
En pleno pre carnaval, la muerte sorprendió a Mario Ramírez, integrante de la cumbiamba El Cumbión de Oro. Sus amigos y vecinos, hablaban que se fue un gran amigo, un líder, un hombre respetuoso que siempre estaba preparado para atender y servirle a los demás.
Esté cumbiambero, vivía su vida en pleno estado de alegría, gozoso y pendiente de su carnaval, el sábado antes de su partida, disfruto de la gran integración del Cumbión de Oro, en el Rancho Currambero; tenía preparado todos sus atuendos para participar de las fiestas del rey momo y quedaron arreglados en su cama.
Muchos lo recuerdan como un poeta, un gran pensador, escritor y contador de historias, sus compañeras de la cumbiamba lloraban su partida, sus compañeros le cantaban y lo despedían como a todo un mariscal, con honores de cumbiambero.
“Así baila el cumbión, así baila Mario”
Las flautas lloraban en el cementerio jardines de la eternidad, los tambores repicaban de tristeza y los músicos sentían un dolor, que sus cumbias sonaban con desgarro por la partida del gran caballero de una de las cumbiambas más elegantes y poderosas del carnaval de Barranquilla.
Las fiestas más importantes de Colombia, se quedan sin un defensor, un enamorado de esta rumba, llamada Carnaval de Barranquilla.
“Así es que se despide a uno de los grandes cumbiamberos” gritaban sus amigos.