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Por: Jairo Parada
Desde que empezó la eterna cuarentena, que ya va por más de cien días, no pude evitar acordarme de la excelente película “Atrapado en el Tiempo” (Groundhog Day, 1993, protagonizada por Bill Murray), pues cada 2 de febrero, en un pequeño pueblo llamado Punxsutawney en Pennsylvania, se suelta una marmota para predecir si el invierno va a ser largo. Los turistas visitan este pueblo y en la película, Murray queda atrapado por una tormenta de nieve, las cuales en Pennsylvania, por mi propia experiencia son terribles. Lo interesante es que Murray tiene sueños donde su vida se repite cada día, en forma recurrente, con pequeños cambios que reflejan sus obsesiones. Acá, nuestros días de la Marmota empezaron a fines de Marzo/20. Un meme que me llegó recientemente reproduce nuestra situación trágica: “Faltan quince días para que se nos anuncie que la cuarentena se extienda por otros quince días”. Así nos tiene Duque, dedicado a ser presentador de TV mientras asesinan líderes sociales y el país se descompone en todos los frentes. Ya el Fondo Monetario Internacional anunció que la economía colombiana caerá el 7.8% este año, y el desplome es evidente en todos los frentes. No hay claridad adonde se fueron los recursos de la pandemia, y todo indica que el Gobierno presentó mal su informe como lo destacó el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, resultando que los recursos en salud son escasos, y la dotación de hospitales y personal médico ha sido pobre. Quieren una pandemia barata! Los parlamentarios del Atlántico con la excepción de Benedetti, ahogaron la iniciativa de la renta básica, siguiendo con las magras políticas de focalización apoyadas por el presidente del BID en su pobre presentación en el panel de la Universidad del Norte. Lo aterrador, es que las intervenciones de la Gobernadora Elsa Noguera y el Alcalde Jaime Pumarejo, parecían estar en otro planeta: Nada que reconocían nuestro terrible drama en la salud, hablando de sus proyectos soñadores en sus planes de desarrollo, mientras el Atlántico y Barranquilla ponen casi la mitad de los muertos de la pandemia. Para rematar, el ex ministro Diaz Granados, volvió a hacernos soñar con el oropel del próximo Congreso del BID en el 2021. Igual que Carla Celia, quien en plena mortandad, nos hace soñar con un Carnaval virtual.
Todos estamos tensionados por este encierro que no termina. Ello sucede porque nuestros gobernantes han sido incapaces. Han tenido cien días para prepararse y no pudieron. Deben crear una mesa unificada de mando para enfrentar la crisis pues esto se derrumba por todos lados.
Lo que vivimos en el Atlántico y Barranquilla es brutal: tenemos el 24% de los contagiados y el 40% de los muertos del país, con apenas el 5% de la población. Las clínicas colapsadas sin UCIs y las funerarias no dan abasto. La gente espera por días en sus casas que recojan sus muertos. Ya Medellín empieza a recibir pacientes de Barranquilla, según lo comunica el alcalde Quintero. La consigna de “Depende de ti” fue derrotada en las redes! Ahora somos todos en este viaje. Pero las ONGs han hecho serios pronunciamientos pero nuestros gobernantes, acostumbrados sólo a contratar obras de cemento, no entienden la situación. Se dijo que se iba a abrir el comercio, y los comerciantes del centro invirtieron $15,000 millones en normas de bioseguridad, para nada! No modifican su gobernanza elitizada, ni convocan a los Alcaldes, ONGs, academia, ediles, gremios y a nuestros ausentes concejales a generar una nueva gobernanza para semejante crisis. La culpa no se le puede achacar a nuestra cultura, producto de unas condiciones materiales de informalidad , inseguridad económica, hacinamiento, compra de votos, y fragilidad que obligan a repensar las políticas. Esto no se resuelve a punta de toques de queda, comparendos, presos y picos-cédula. Ya estamos aburridos. Nos estamos muriendo. Estamos desesperados. Lo que en la película era una comedia, aquí se volvió una tragedia.
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