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Por: Jenniffer Rueda Martínez

Mucho se ha hablado acerca de este tema, sobre todo en el transcurso del último año de pandemia. Nos han explicado de una forma muy breve y práctica acerca de la ansiedad definiéndose como un “exceso de futuro”. Ubicándonos en el tiempo, hemos escuchado en repetidas ocasiones que el pasado es solo eso, algo que ya pasó y nada podemos hacer con él y que el futuro no existe ya que es algo que va tomando forma de acuerdo a la sumatoria de decisiones y experiencias que tenemos en el día a día, en este orden de ideas se destaca como lo único realmente importante lo que conocemos como “el presente”, es decir el aquí y el ahora, es lo único conscientemente real que tenemos seguro, como que en este momento tengo la certeza que estoy presionando cada letra del teclado del computador para realizar este escrito.

Si ya esta comprobado que la ansiedad se desencadena tras esa creación de pensamientos catastróficos en nuestra propia mente, acerca de sucesos que imaginamos pero que vivimos y sentimos como reales, aunque no estén sucediendo y que además tienen un alto porcentaje que no ocurran, entonces es hora de en lugar de pre-ocuparse, ocuparse en cambiar esta situación, con prácticas diarias que te ayuden a enfocar en tu presente.

Además de recomendarte técnicas valiosas de relajación, meditación y respiración consciente, que sin lugar a dudas te van a llevar a una conexión con tu yo interno y a trascender a niveles mentales superiores, también es necesario que te obligues a realmente tener los pies en la tierra y en el lugar y momento que estás viviendo ahora, por ejemplo, cada una de las acciones que realizas en tus hábitos y rutinas diarias, se pueden convertir en las herramientas que te direccionan a construir el camino de la sanación.

A continuación, te regalo unos tips para poner en práctica a diario:

Empieza por sincronizar desde la alarma que te despierta con tu celular, configura una melodía cuya letra te invite a vivir un día feliz HOY, como ejemplo podemos tomar la canción de Ñejo que ha pegado fuerte en las últimas semanas que se titula “Muy feliz” en la que parte de su letra dice “hoy me levanté de lo más feliz para-pa-pa-pam-pam”, como te dije es solo un ejemplo, tu puedes tomar el género y la canción que más te guste, solo asegúrate que el contenido de la letra te transmita una invitación a vivir intensamente HOY. De igual forma en la etiqueta de la alarma escribe algo como “Hoy voy a vivir y agradecer cada momento de mi día”, cuando tu alarma suene para despertarte y mires el celular asegúrate de leer esa frase o la que a ti más te guste e inspire, ya desde ahí empiezas a programar tu cerebro.

Luego vas a enfocar toda tu atención y concentración en cada paso que des y cada cosa que hagas, te levantas de la cama, te pones las pantuflas, te estiras, bostezas, te diriges hacia el baño, haces el paso a paso para cepillar tus dientes, pero no de una forma automática, sino piensas estoy agarrando el cepillo, estoy untando la crema dental, es de color azul con blanco, lo dirijo hacia mi boca y miro cada movimiento con cada diente y muela, me gozo y disfruto ese momento, siento el agua de la llave y la sensación fresca en mi boca y así sucesivamente con todo lo demás, con la ducha, con descambiarte y cambiarte, la hora de comer, todo cuanto realices en el día vívelo en presente concentrado y atento en cada detalle y cada paso secuencial, tu mente va a estar tan ocupada que no le vas a dar lugar a que entren a intoxicarte los pensamientos cargados de angustia y terror. Con esta práctica vas a descubrir cuántas cosas hacemos de manera automática sin siquiera darnos cuenta y dejando pasar detalles aparentemente sencillos pero necesarios y enriquecedores para nuestra vida, en su lugar preferimos desgastarnos y agotarnos con esos pensamientos que solo dan como resultado enfermar y consumir tu salud mental.

Si estás pasando por un cuadro de ansiedad y ya tienes atención profesional, súmalo a tu tratamiento, si en este momento no tienes dinero para hacer esa inversión en ti, con más razón esto es para ti, al alcance de tu mano y gratis, solo requiere de tus ganas, atención, disposición, decisión y por supuesto amor propio, nadie va hacer por ti lo que a ti te corresponde y no olvides que este mundo va a seguir funcionando contigo o sin ti, solo tu puedes hacer que la única oportunidad de vida que tienes realmente lo valga.

Dios es tan amoroso, sabio, misericordioso y generoso que nos creo perfectos para encontrar la fuente de nuestra sanación a todas nuestras enfermedades y dificultades, no afuera, en ninguna persona y lugar, sino justo allí dentro de cada uno de nosotros.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor, Jenniffer Rueda Martínez, Psicóloga