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Por: Alfredo Felipe Martinez Agamez
Miles de colombianos a diario viven en los sótanos del infierno, las estadísticas oficiales presentan una clara desigualdad, la observación y las vivencias periodísticas en las entrañas de las comunidades, dan pie para afirmar que son miles y miles los que sucumben y deambulan por los sótanos del infierno.
Los sótanos del infierno, es cuando muchos en este país, mujeres, niños, hombres y adultos mayores, salen de sus territorios, por miedo a ser asesinados por grupos al margen de la ley, y por terratenientes – gamonales que simplemente y sin mediar palabras se apoderan de sus tierras.
Los sótanos del infierno, es ver a niños y jóvenes que tienen el sueño de practicar deportes, música, artes, y sencillamente no pueden, ya que no existen las oportunidades y no se cuentan con escenarios ni elementos adecuados.
Los sótanos del infierno, angustiante cuando nuestras comunidades de niños y jóvenes son víctimas de la violencia y las drogas, ya que en los territorios no llega la presencia del estado con planes y programas de transformación de vida.
Los sótanos del infierno, es ver como las escuelas públicas carecen de herramientas para fortalecer la educación.
Los sótanos del infierno, son caminados por nuestra gente, en los famosos paseos de la muerte, por las pésimas políticas de salud.
Los sótanos del infierno, ver como los índices de suicidios siguen creciendo y el estado no se da por enterado.
Los sótanos del infierno, muchos colombianos no cuentan con recursos para tener una buena nutrición.
Los sótanos del infierno, por el cual pasa una gran cantidad de ciudadanos, que gracias a la corrupción no cuentan con oportunidades, muchos quedaron sin empleo por la privatización y la eliminación de verdaderas garantías laborales.
Los sótanos del infierno, ver como miles de seres humanos sufren para conseguir una miserable pensión, y como los grupos económicos se quedan con sus aportes.
Los sótanos del infierno, ver como miles de colombianos sufres los atropellos de los bancos y las empresas de servicios públicos, y la conectividad es pura fantasía.
Los sótanos del infierno, lo viven los familiares de las más de 6402 falsos positivos en este país.
Los sótanos del infierno, se viven a diario en las entrañas de este país llamado Colombia.
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