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Por: Álvaro Del Castillo
El 2 de febrero del presente año, se celebró el día de los humedales a nivel mundial. En nuestra región esta fecha pasó desapercibida por las autoridades responsables del cuidado de estos recursos naturales.
Es importante recordar que en 1971, en la ciudad de Irán, situada a orillas del mar Caspio, se celebró el Convenio de RAMSAR (Convención Relativa a los humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas), del que Colombia hace parte; esta se firmó el 2 de febrero de 1971 y entró en vigor el 21 de diciembre de 1975; cuyo objetivo es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales, gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”
En la actualidad la Convención Ramsar, ha identifica humedales de importancia internacional, que incluyen más de 1900 Sitio Ramsar, que cubren un área aproximada de 1 900 000 km², lugares especiales que proporcionan hábitat para aves acuáticas , peces, reptiles, entre otras especies.
Los países con un mayor número de sitios Ramsar son:
Reino Unido con 169; siendo Bolivia la nación con la mayor área de humedales con más de 148 000 km², seguido de Canadá con más de 130 000 km² y por último el golfo de la Reina Maud con 62 800 km².
En el caso de Colombia, de acuerdo a la última actualización realizada por la Misión Ramsar (febrero 2012), cuenta con 11 Sitios Ramsar con un área de 458.525 ha.
Para poder incluir en la Lista de humedades Ramsar de importancia internacional, la Misión Ramsar, considera que estos cuerpos de agua deben servir de:
- “Ejemplo representativo, raro o único de un tipo de humedal natural o casi natural que se encuentre dentro de la región biogeográfica apropiada”
- Apoyo a especies vulnerables, en peligro de extinción o en peligro crítico o comunidades ecológicas amenazadas”.
- Apoyo a poblaciones de especies vegetales y/o animales importantes para mantener la diversidad biológica de una región biogeográfica particular”.
- “Apoya a las especies vegetales y/o animales en una etapa crítica de sus ciclos de vida, o proporciona refugio en condiciones adversas”.
- Habitad, regular de 20.000 o más aves acuáticas”.
- Apoyo al 1% de los individuos en una población de una especie o subespecie de aves acuáticas”.
- “Apoyar una proporción significativa de subespecies de peces, especies o familias indígenas, etapas de la historia de vida, interacciones de especies y/o poblaciones que son representativas de los beneficios y/o valores de los humedales y, por lo tanto, contribuye a la diversidad biológica global”.
- “Ser una fuente importante de alimentos para peces, zonas de desove, criaderos y/o rutas de migración de las que dependen las poblaciones de peces, ya sea dentro del humedal o en otros lugares”.
- Criterio 9: “apoyar regularmente al 1% de los individuos en una población de una especie o subespecie de especies animales no aviarias dependientes de humedales”.
Situación de los Humedales en el Área Metropolitana de Barranquilla.
En el Caso de Barranquilla y su área Metropolitana, es lamentable, la situación ambiental, que se viene presentando, debido a la poca importancia que han tenido, por parte de las autoridades responsable del cuidado y la protección de estos ecosistemas hídricos y la misma comunidad. Para sustentar lo anterior menciono algunos daños ecológicos correspondiente a los más grande ecocidio que ha tenido Barranquilla, según registra la historia:
Ciénaga de Barranquilla.
El caso más importante, que podemos referenciar es el de la Ciénaga de Barranquilla o mal llamada por los historiadores “La Ciénaga de Camacho”, error que hasta la fecha no ha sido subsanado. Esta ciénaga como menciona el Historiador José Stevenson Diaz, en su libro “Una Visión Critica Acerca Del Origen De Barranquilla 1533-1715”:
“…. es un complejo sistema hídrico que conectaba fluvialmente con Soledad (caño) que a su vez recibía aguas del rio Magdalena desde más al sur de las poblaciones del departamento del Atlántico; Ponedera, Palmar, Sato Tomas, Sabanagrande, Malambo, Soledad, Barranquilla de San Nicolas: “También abrigaba en su seno la referida ciénaga Grande, una abundancia de peces de todas las clases, desde los más diminutos hasta los más corpulentos y poblaban sus orillas grandes bandadas de aves acuáticas de variado y vistoso plumaje. Por consiguiente, esta ciénaga tan favorecida por la naturaleza, podía ofrecer al hombre alimento sano y abundante … (Vergara y Baena. 1922. Pág. 9).” (Stevenson Díaz, 2005).
Así mismo el investigador local, establece en su libro, que este recurso natural era un tesoro hídrico, que envidiaría cualquier ciudad del mundo, que contaban con caños y ciénaga, que se encontraban paralelo al Gran rio de la Magdalena y el cual comenzó su deterioro, cuando a partir del 1715, se le da la espalda a este sistema hídrico, con el desplazamiento de la primera iglesia y plaza de Barranquilla. De la misma manera presenta en su texto, que la desaparición de la Ciénaga de Barranquilla, fue debido a una mala planificación, corrupción de comerciantes altamente poderosos de la ciudad.
“Un delito premeditado de “lesa naturaleza”, en Barranquilla estaban en las bodegas de grandes comerciantes que han iniciado su proceso de relleno y loteo de la margen occidental de la isla de Barranquilla, hasta reducir la ciénaga a esa pútrida cloaca alargada, canalizada, en un caño vergonzante llamado caño de la Auyama, una verdadera vergüenza hídrica nacional, a partir de 1893. “Esta última Junta de Canalización de la Ciénaga presidida por el Prefecto de la provincia señor A. Gerlein y del que forma parte el alcalde del Distrito señor Rafael Vicente Cajar y los señores Demetrio Dávila y Francisco J. Palacio. El Concejo Municipal por Acuerdo No. 23, de 30 de junio de 1893, declaro vía pública la zona terraplenada y le dio el nombre de Paso de Rodrigo de Bastidas.” (Vergara y Baena. 1922. Pág. 5).” (Stevenson Diaz, 2005).
Por otra parte, se han seguido haciendo distintas inversiones, como la del Foro Hídrico, bajo Resolución 023 de 2009, con una inversión por parte de Ministerio del Medio Ambiente, del Distrito y de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico por valor de $52.188.412 millones. En 2021 se anunciaron recursos por el orden de $99.999.000.000, a través de COMPES, para el aprovechamiento de estos cuerpos de agua que permitan amortiguar las inundaciones, lograr una recuperación urbana del entorno e incluso fomentar la navegabilidad para transporte y turismo, convirtiéndose así en un sistema generador de calidad de vida con beneficios desde diferentes frentes tanto para la comunidad vecina como para la ciudad.
Ciénaga de Mallorquín
En cuanto a la ciénaga Mallorquín, es considerado como el sistema de laguna costera de gran importancia para el desarrollo sostenible de la región. En la actualidad este sistema hídrico viene siendo amenazado por la intervención del hombre, que afecta el equilibro natural de esta biodiversidad, rica en flora y fauna. Esta ciénaga es utilizada como receptáculo del alcantarillado de la ciudad, por lo que registra altos niveles de contaminación y sedimentación, como también viene siendo rellanada para asentamientos urbanos, vertimientos tóxicos del caño León (Hoy conocido como Arroyo León-El más largo del Atlántico) y otros usos. Es de anotar que este cuerpo de agua, anteriormente hacia parte de un sistema de lagunar costero que se comunicaba con el mar y estaba conformado por cuatro ciénagas: Mallorquín, San Nicolás, Grande y la Playa. En 1935, debido a las obras de construcción del tajamar occidental en el delta del Rio Magdalena que permiten el acceso de buques al casco urbano de Barranquilla a través de Bocas de Ceniza, inicia el proceso de deterioro de la ciénaga y el hábitat natural de diversas especies de fauna y flora, en especial del mangle, al impedir la alimentación de las aguas estuarinas del río Magdalena. Al desaparecer las barras que separaban las últimas ciénagas arriba mencionadas, como resultado de un proceso de evolución posterior, quedaron unidas, conformando una sola Ciénaga.
Grabado en Madera. “BARRANQUILLA-SALGAR-PUERTO COLOMBIA”. Biblioteca Nacional de Colombia.
Mesolandia.
En este caso, este cuerpo de agua, que se encuentra ubicado en el municipio de Malambo, se encuentra protegido por la norma internacional RAMSAR, la cual es la principal autoridad intergubernamental de los humedales y forma parte del complejo de humedales de la zona oriental del departamento del Atlántico; el cual posee una superficie que abarca aproximadamente entre 240 y 337 hectáreas, alimentada por el río Magdalena, presenta altos niveles de amenaza al ecosistema natural, debido a las actividades humanas generando una descomposición de la fauna y flora, esto por rellenos originador por la industria y asentamientos humanos, que a su vez presentan aguas residuales industriales y domesticas del municipio, debido a que carece de un sistema general de alcantarillado.
Es de mencionar que en el 2015 la Corporación Regional del Atlántico, expidió medidas preventivas de suspensión de actividades contra la empresa INDUSTRIAS PUROPOLLO S.A.S, por contaminar presuntamente la laguna que lleva el mismo nombre del barrio colindante y en donde residen en su totalidad pescadores, generando un riesgo contra los recursos naturales. En este mismo año, la CRA ordeno la apertura de un proceso sancionatorio ambiental en contra de la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil AEROCIVIL, operador del Aeropuerto Ernesto Cortizzos, decisión que fue adoptada, debido a que la empresa se encontraba vertiendo sus sin previo tratamiento a un canal que descarga directamente a la laguna de Mesolandia. Se inicio un proceso sancionatorio ambiental contra la empresa AGUAS DE MALAMBO S.A. E.S.P., por presunta afectación ambiental a los recursos naturales, específicamente hacia la ciénaga de Mesolandia, debido a los vertimientos y disposición de material generados por el municipio de Malambo.
Fiscalización a la Corporación Autónoma Regional del Atlántico
A todo esto, le podemos sumar la advertencia de la contraloría, donde manifiesta la contaminación por residuos sólidos en playas de Puerto Colombia, teniendo en cuenta, que la CRA no ha llevado a cabo acciones de control y sanción al respecto en los municipios ribereños al Río Magdalena y que la gestión de esta entidad en el tema no ha sido eficiente, informando que no ha destinado inversiones en planes, programas y proyectos para solucionar tal problemática. Y concluye el comunicado, que “los actores involucrados deben tomar medidas efectivas, adelantar acciones coordinadas y atender de manera inmediata y concurrente, esta grave situación de insostenibilidad”.
Por último, es importante recordar que tos estos ecosistemas hídricos, benefician a la comunidad, proporcionando diferentes servicios ecosistémicos como: el suministro de agua dulce, de alimentos y de materiales de construcción; ser soporte de biodiversidad; además de controlar las crecidas de los ríos y recargarse de aguas subterráneas, lo que ayuda a la mitigación del cambio climático.
Por eso mi invitación es a que realicemos acciones que promuevan la conservación, la protección e utilización responsable y sostenible de estas reservas naturales, que hoy poseemos y que garanticen la presentación de los seres vivos.
Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Arquitecto Álvaro Del Castillo