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Por: Gloria Guzmán

Sí, una decisión “Insensata” por parte de los Magistrados de la Corte Constitucional que votaron a favor de la despenalización del Aborto puesto que precedía como Antecedente Jurisprudencial de la Cosa Juzgada sintetizada en la Sentencia C-013 de 1997 que había efectuado la declaratoria de exequible “sin” condicionamientos sobre el mismo contenido normativo que fue modificado por la C-355 de 2006 “causales de justificación del hecho delictivo” y, que además resulta una decisión EQUIVOCADA porque era de competencia funcional del Congreso de la República el “legislar” en tal sentido y demarcar la cobertura Jurídica del límite de las condiciones y conductas del aborto en Colombia.

La VIDA es un bien Jurídico inherente e inalienable, un derecho fundamental autónomo del cual dependen los demás derechos conexos, es el derecho que goza de protección Universal en el bloque de Constitucionalidad y en los Tratados Internacionales y, es el primero y el más importante de todos los derechos humanos que debe garantizarse por parte del Estado como un bien Superior luego, todos los Ciudadanos debemos prodigar el más alto sentido de DIGNIDAD a la vida en los términos de nuestros valores humanos y su prevalencia institucional.

Insensata y equivocada decisión de la Corte que rebasó los propios límites de los arts. 113, 121, 241 de la C.P por ser de otra competencia su legislación ya que antes se había abordado la esencia penal de tal conducta en los términos de Igualdad, libertad de conciencia, derechos sexuales y reproductivos de las mujeres lo que viene a ocasionar ahora graves perjuicios en contra de la vida del que está por nacer dentro del contexto de una absoluta “indignidad”.

Es muy lamentable ése “paso de gigante o salto cuántico” que hoy celebra eufóricamente en las calles los miembros de la Organización “Causa Justa” que lideraron la despenalización, muy lamentable para nosotros la sociedad colombiana que tenemos cimentados los valores de la vida y la dignidad pero que, por el contrario, pierden su valor para las juventudes que no planifican ni controlan la responsabilidad de sus conductas sexuales y reproductivas destruyendo la célula sagrada de la familia y arrasando con la vida de seres inocentes que son disposición de la Voluntad Divina en el mundo.

Sugerir a las autoridades y al Gobierno que, dinamicen la Operatividad y técnicas para materializar las políticas públicas de educación y salud sexual de los jóvenes  en las entidades educativas, que se activen los planes nacionales de salud reproductiva de niños, niñas y adolescentes, que se instituyan los cursos de formación de la vida en pareja desde un enfoque de género y diferencial y, los programas especiales preventivos conexos dentro del contexto del valor de la vida y la familia como los más grandes bienes jurídicos dignos de protección Universal.

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor, Gloria Guzmán, Abogada Experta en Salud.