Telatiroplena.com, periodismo serio, social y humano
Por: Alfonso Camerano Fuentes
El Poder Político de las Bacrim en el Área Metropolitana de Barranquilla es una realidad.
La estructura de Los Costeños, dividida en sus dos alas, la de Jorge Eliecer Díaz Collazos, alias Castor; y la que encabeza Digno Palomino, está en guerra.
El asesinato del joven Mergesh David Lizcano Gutiérrez, de 22 años, ocurrido jueves 16 de marzo, enfrente al Parque Rosado, al norte de la ciudad, disparó un conflicto interno en la cumbre de la bacrim de Los Costeños”.
El fortalecimiento de esta organización en Barranquilla y su Área Metropolitana, acumula un periodo de 10 o más años, ya que se desgaja del paramilitarismo que en su momento dirigieron alias “don Antonio” y Jorge 40.
Heredaron “Los Costeños” parte de aquella, en cuanto a la estructura, armamento, hoy renovado, apalancado en la extorsión a los comerciantes y tenderos, ocupación de predios urbanos y rurales, Micro tráfico; pero, ante todo, se lograron incrustar en las organizaciones políticas, con gente propia, acuerdos políticos y manejo de parte de las secretarías afines a sus dominios.
Han logrado Los Costeños participar en varios gobiernos del Área Metropolitana, apoyados en su influencia en los jóvenes de barrios abandonados por el estado distrital, los que no encuentran un lugar para su futuro, porque los paradigmas de una mejor vida, lo reconocen en los funcionarios corruptos que del barrio salieron a mejores viviendas, empezando por los que se hicieron funcionarios del estado, o policías o gatilleros.
Estas organizaciones se tratan de “tú a tú” con jefes “lumpenescos” de los partidos en el Poder, Senadores, Representantes, Alcaldes y políticos mafiosos, con quienes han negociando Secretarias, Inspecciones de Policía; oficinas de Planeación: contaminado los Comandos de Policía; envenenando Policías de Cuadrantes; pagando decisiones en Fiscalías y Juzgados filtrados por funcionarios corruptos. En los anaqueles de los órganos de control duermen denuncias de los ciudadanos; el “debido proceso” es utilizado por los funcionarios que hacen parte de las estructuras de las bacrim para dilatar procesos de ocupación de tierras del Área Metropolitana de Barranquilla; o delinear decisiones torticeras de los Juzgados de Control de Garantías; o torcer informes periciales del CTI o de la Policía Judicial, a conveniencia.
El sector privado también se ha lucrado del estado mafioso, a conveniencia.
En su momento deberá responder junto a las autoridades que se hayan torcido en la Policía del Puerto o en la propia DIMAR, o en la FAC y Aeronáutica Civil, por la vigilancia que les impone la ley, dada la triste realidad de circular por el espacio terrestre, acuático y aéreo cientos de toneladas de clorhidrato de cocaína, no alcanzando, la decomisada a los Carteles, más del 5% de la que se ubica en los mercados y calles de Nueva York, Londres, Paris, Madrid, etc., saliendo por puertos aeropuertos, litorales de playa, del pacifico y del caribe colombiano, después de transitar en todo tipo de transporte terrestre por medio país .
La Aeronáutica Civil fue recientemente intervenida por el Ministerio de Transporte, por múltiples razones de corrupción y abandono administrativo, siendo protuberante el anuncio de la manipulación de los radares y antenas que apagan en horarios concertados con el narcotráfico; asunto que nos incumbe en Barranquilla, donde funciona repetidoras, antena radar, modo S, en el Cerro de Conuco en Tubará, en Cerro Maco, en los Montes de María, que constituyen ayudas técnicas para los aeropuertos Ernesto Cortissoz, de Barranquilla; Rafael Núñez, de Cartagena; Simón Bolívar, de Santa Marta; y los de Riohacha (Almirante Padilla); Valledupar (Alfonso López) y Corozal ( Las Brujas), para no mencionar las licencias otorgadas a pistas de cultivos y de navegación deportiva.
Este desastre de corrupción es el que ha llevado a cientos de jovencitos a la muerte en los barrios populares de Barranquilla, como ésta del barrio Villanueva, un asentamiento en los límites del Malecón del Río y del Corredor Portuario de la ciudad, dominado por el Clan de Los Costeños, a partir de dos jovenes, hoy adultos vecinos del sector, que se movieron primero en el edificio de antigua Federacion de Cafeteros, y que deben afligirse ante la muerte de los jovencitos Ludy del Carmen Londoño Muñoz, Georgina Ortiz Berrío, Moisés Rafael Pacheco de la Cruz, Dailes Mar Coronel Álvarez y Alberto Enrique Guerrero, en edad de vivir, prosperar, ser adultos, con hijos y nietos de bien.
Dios..!!! recíbelos, y abrázalos..!!!
Este desastre, que crece exponencialmente en Barranquilla, amerita una presencia real del Estado.
Pero no de este actual, demasiado contaminado por la corrupción, ya que convive y se fusiona política y comercialmente con su dirigencia descompuesta, ascendiendo, hoy m, a todos los estratos de la ciudad, utilizando el ascensor de la política y sociedad civil descompuesta.
Políticos que salieron “de la nada”, apalancados en las estructuras políticas dominantes, se convirtieron, de la noche a la mañana
en gente rica, cuyo liderazgo lo fundan en contratos o curules y puestos clave en el sector público.
Si el estado justiciero hiciera un juicio a la “nueva clase política y social”, se encontrarían con que gran parte de los nuevos sectores urbanos, construidos al norte, son ocupados por quienes “ascendieron” a costa del saqueo, la extorsión, el micro y gran narcotráfico, robo de tierras, minería ilegal de piedra y arena, contratistas y políticos aventajados, en una sola amalgama bandido-poder político, amasando exorbitantes sumas de dinero, representados en inmuebles, negocios a primer nivel, vehículos de lujo, etc.,
Debe ser el Gobierno Nacional del Pacto Histórico el que intervenga; el que baje a Barranquilla; el que difunda y concierte políticamente, en el marco de la Paz Total un gran acuerdo político que facilite a la Bacrim de Los Costeños, en sus distintas vertientes, la de Castor y la de Digno Palomino, someterse y abrir futuro a cientos de jóvenes, hombres y mujeres, que hoy no creen en el estado y tomaron un camino equivocado, por culpa de un estado mafioso, corrupto y sin nada que ofrecer a esta problemática Max política y social.
Así también ser sabrá la verdad oculta; se podrá ofrecer reparación a las Víctimas, se facilitará adquirir compromisos de no repetición, la sociedad toda conocerá, por confesión, los acuerdos fraguados para operar; y sólo así, poner fin a la muerte, recibir del estado un tratamiento punitivo favorable, acorde con el aporte y la entrega de las estructuras delincuenciales, que paren el conflicto social, y contribuya a la convivencia en Barranquilla y su Área Metropolitana.
Esta sería una propuesta de la base del Pacto Histórico para Barranquilla.
La Paz Total es la línea de Vida.