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Por: Percy Bustes
A pesar que hace años no tenemos televisión por cable en casa ni vemos ni escuchamos noticieros para no contaminar nuestros pensamientos o darles vida a las teorías conspirativas que abundan en redes sociales; de todos modos, vivimos en este mundo y no podemos dejar de hacer un alto y permitir que salga esto que siento que debo decir (que disculpe mi amiga Coach).
Si bien es cierto que el cambio climático y sus consecuencias no nos coge por sorpresa, así como las nuevas enfermedades, pandemias, endemias; que los antagonismos religiosos, políticos, económicos, culturales, etc. entre personas han llegado a un punto que era imposible de imaginar hace 15 o 20 años; es necesario reflexionar juntos:
Estamos asistiendo al fin de una era. Las cosas que eran “Normales” ya no lo son. Los valores con los que crecimos ya no tienen sentido. Lo que es verdad para el 50% de un grupo de personas, es mentira para el otro 50%. Si alguien no asume las consecuencias de sus actos, no pasa nada. Los 7 pecados capitales dan risa.
En este panorama aparentemente sombrío hay dos temas que cabe destacar. Primero, que todo lo que ocurre a nuestro alrededor es neutro, lo importante es lo que hacemos con eso. Podemos vivir estresados y angustiados por lo que va a pasar o buscar qué lección nos traen los acontecimientos mundiales y el día a día.
Ya no es un secreto para nadie que los sentimientos de miedo, temor, ira, envidia generan dosis excesivamente altas de la hormona cortisol y alteran casi todos los procesos de tu cuerpo, lo cual te lleva a padecer diversos problemas de salud tales como ansiedad y depresión y si no se controla puede producir cáncer e incluso, llevarte a la muerte.
Por otro lado, ser agradecidos, sentir amor, reír a carcajadas, tener contacto físico, hacer ejercicio y recordar buenos momentos aumentan los niveles de serotonina y dopamina que son las llamadas “hormonas de la felicidad” a las que se les atribuye no solo ayudar a llevar una vida satisfactoria si no hasta curar enfermedades gravísimas como el cáncer (los médicos llaman a esto “curaciones espontáneas”).
Segundo, cada día más personas entienden que hay una inteligencia superior dentro de nosotros, puedes considerarla divina, espiritual o subconsciente; se trata de la misma inteligencia que organiza y regula todas las funciones corporales. La fuerza que hace que desde que un espermatozoide fecunda un óvulo empiezan a ocurrir miles, millones de cambios perfectos en esa célula hasta convertirnos en seres humanos y continuar nuestro desarrollo hasta el final. Cada día más personas deciden reinventarse a sí mismas, buscar dentro de sí, curar sus heridas, crecer espiritualmente, buscar su propósito en este mundo y trascender, que no es otra cosa que preocuparse y abrirse a las otras personas, entregarse a los demás, buscar un desarrollo espiritual que vaya más allá de lo cotidiano, dejar un legado o huellas a seguir.
Nosotros seguiremos en casa sin leer las noticias y viviendo un día a la vez.
El pasado ya pasó y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo, el futuro es incierto y realmente no sabemos qué es lo que va a ocurrir; lo único real es que amanecí a un nuevo día, agradezco mis bendiciones a Dios, Poder Superior, Universo, Alá, Espíritu Santo, Vishnu o como quieras llamarle; agradezco el café que tengo enfrente y poder compartir contigo mis reflexiones. Espero que te resuenen y si a alguna persona estas líneas la inspiran a mejorar su vida me sentiré gratificado y realizado.

