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Por: Alfredo Felipe Martínez Agamez
Se ha vuelto costumbre que cuando vemos un medio de comunicación Nacional e internacional, sobre todo en épocas electorales, la consigna es el tal cambio. Cambio por aquí, cambio por allá y por todos lados.
Pareciera que la gente está cansada de todo, del neoliberalismo, del comunismo, del socialismo, de las dictaduras, de los gobiernos de ultra derecha, mejor dicho, de todo.
Cabe destacar, que después de 2 o 3 periodos de un movimiento político en cualquier parte del mundo llega el momento que huele a feo a fétido, pero debemos reconocer que en cada gobierno es de gran bendición para uno u otro que se arropa en las mieles del paraíso, como dice el dicho: “la rosca no es mala, malo es estar fuera de ella”
Cabe la pregunta: ¿Será que los nativos de Dubái o Emiratos Árabes se quejan en algún momento de sus Jeques?. No sabría yo responder ya que no conozco esas minucias, igual en la China, Corea del Sur o Corea del Norte, eso sí, es otra cosa más fuerte y dura.
Es normal en América Latina, escuchar que tal o cual político que aspira a ser presidente, se monta y le vende a la gente la película del cambio. De todas maneras las situaciones políticas y los mandatos son cíclicos, se repiten en un momento de la historia: Las dictaduras, los comunistas, los socialistas, los ultraderechistas, los de centro y los distintos colores y embustes se repiten, es como la moda, van y vuelven.
Nos toca estar atento al momento que se vive y conocer la historia para no cometer los mismos errores, pero el ser humano olvida muy rápido y le importa un reverendo carajo, qué pasó en tal o cual época.
Lo que si está claro, es que cualquier loco, pervertido, y sinvergüenza puede llegar a gobernar un país, una ciudad o una gobernación, como en otrora lo hizo Calígula.
Nota: El contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.
