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Por: GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO

Considero que uno de los hechos más relevantes e importantes, del año que terminó y éste que arranca, en el campo educativo, cultural y sanitario fue y es la autorización dada, por el Ministerio de Educación Nacional, mediante la Resolución No.019629 del 30/10/2024, a la Universidad del Atlántico para que abra el programa de medicina como integrante de la Facultad de Ciencias de la Salud.

Este programa ha sido, de tiempo atrás, un sueño de las nuevas generaciones de jóvenes estudiosos de Barranquilla, como del Atlántico. Al igual, que de otros departamentos de la costa atlántica y de otras regiones del país. Su apertura e implementación viene ser el sueño- realidad. Y es el tercer programa de Medicina en universidades estatales de la Región Caribe, después de la histórica de Cartagena y la innovadora del Magdalena.

Al conocer de la “buena nueva”, quise referirme a la misma, pero me detuve por los afectos que me unen con mi Alma Mater, de la que fui directivo por una década. Pero hace pocos días recibí, vía whatsaap, un mensaje donde, dos “ilustres académicos” -de nóminas-, se atribuían la paternidad del programa lanzando, dardos de zurdos sin causas, al Alcalde Mayor del Distrito de Barranquilla.  

Guarde el mensaje, que me parece injusto y mediocre, en el que afirman:

“El programa de Medicina(…) no lo debemos al Sr de la gorra…Es gracias a estos dos ilustres personajes principalmente. Este programa fue aprobado por el M.E.N. en noviembre de 2000“.

Auto-llamarse “Personajes” e “ilustres” es ya, sinónimo, de mediocridad. Y decir que se debe “principalmente” a ellos, es mentir, como voy a demostrar.

La Resolución No.019629, data del 30 de octubre del año pasado, es decir es reciente. Y su título dice: “Por medio de la cual se resuelve la solicitud de registro calificado del programa de medicina, ofrecido por la universidad del atlántico, en modalidad presencial en puerto colombia”. Un registro calificado para ofertar un programa de estudios superior, en Colombia, tiene una vigencia de ley de siete (7) años. Y vence ipso facto.

Es evidente que la Universidad del 2000 al 2020 dejó vencer el Registro Calificado anterior. No tiene por objeto esta opinión buscar causas, de esa incapacidad. Pero nadie puede reclamar, públicamente, paternidad de algo que feneció en sus propias manos, las de la Universidad. Entonces, una lectura sosegada del actual Registro Calificado podrá demostrar que sin el aporte del Distrito Especial de Barranquilla no se habría obtenido semejante logro. Veamos.

En el Acto Administrativo del Registro Calificado, al programa de Medicina de la Universidad del Atlántico, se discrimina el apoyo logístico ofrecido por el Distrito a la práctica formativa de los estudiantes matriculados. Práctica que se cumplirá en: el nuevo Hospital General de Barranquilla y en los 16 caminos que prestan atención en salud en las diferentes zonas de nuestra urbe. Así como en Hospitales como: Universitario, Mental, Pediátrico, de Sabanalarga y de Soledad. Y otros centros privados.

Creo necesario manifestar que en este Registro se valoró la condición que la Universidad está acreditada, en excelencia académica desde el 2019. El programa se desarrollará en doce (12) semestres presenciales y de práctica clínica. No será, entonces, un programa de “Universidad de garaje”. Y expedirá el título de médico. Desde el espíritu universitario creo que, como Barranquilleros, deberíamos sentirnos orgullosos del logro de formar médicos en casa.

¿Ahora, con el programa de Medicina en marcha no es oportuno en pensar en una sede propia para la facultad de salud, con todos los ingredientes científicos y pedagógicos? ¿La Universidad tiene predios para ello en su sede de Puerto Colombia. Pero, no es hora que se haga una alianza entre Universidad-Departamento y Distrito para rescatar del olvido la vieja sede del Colegio Barranquilla de Varones y allí concentrar todo lo pertinente a la formación de nuestros futuros médicos?. 

Así mismo, se debe pensar que tanto Distrito y Departamento contribuyan con nuevos recursos financieros para la Educación Superior. No es hora de pequeñeces intelectuales. Es el momento de aglutinarnos alrededor de nuestra alma mater y acondicionarla para que ella sea la matriz de la revolución educativa que requiere nuestra democracia. Manos a la obra!!.

La Próxima: La filosofía en la red.

Nota: el contenido de este artículo, es opinión y conceptos libres, espontáneos y de completa responsabilidad del Autor.