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Por: Percy Bustes

A principios de este mes, mi esposa había programado viajar con una amiga al “Pueblo Mágico” del estado de Morelos, México para seguir un programa de desintoxicación. A la amiga le ocurrió un contratiempo de última hora y no pudo viajar. Me preguntó mi esposa – ¿Quieres ir? — Pues a pesar que tengo diabetes, gastritis crónica e hipertensión arterial le dije: -Yo no necesito encerrarme 15 días a hacer dieta, lo puedo hacer si quiero, desde casa. Luego de algunos “dimes y diretes” acepté a regañadientes, acompañarla.



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Qué equivocado estaba, no era una dieta para bajar de peso, eso es lo menos importante (aunque bajé 15 libras). La idea es desintoxicar el trinomio Mente-Cuerpo-Espíritu; y eso fue lo que hicimos:

I). – Los pensamientos que nos permitimos, los asuntos en los que distraemos nuestra mente, son los que hacen que nosotros y todo lo que nos rodea sean lo que son. Todo lo que hoy existe en nuestra vida: Estado de salud, estado financiero, estado familiar, situación sentimental, etc. están condicionados por los pensamientos y sentimientos que tuvimos en el pasado. De igual manera, las condiciones de nuestra vida mañana y la próxima semana y el próximo año, serán condicionados en su totalidad por los pensamientos y sentimientos que nosotros decidamos abrigar de ahora en adelante.

Basados en estos primeros conceptos y sobre todo en la “Dieta Mental” ideada por Emmet Fox, uno de los escritores más influyentes del siglo XX sobre espiritualidad; durante dos semanas, bajo ningún pretexto, permitimos que nuestra mente se detenga en algún pensamiento que no sea positivo, constructivo, optimista, amable. Según Fox: Tú escoges tu vida. Tú escoges las condiciones cuando escoges los pensamientos en los que tu mente se ocupa. No puedes tener un tipo de mente y otro tipo de ambiente. La llave de la vida es que, si tú cambias de mente, tus condiciones tienen que cambiar; tu trabajo, actividades, salud, hogar … Cambia tu mente y cambia tu vida. Hemos empezado un nuevo hábito y cumplido la primera parte del programa.

II). – Durante 2 semanas, nos alimentamos exclusivamente de jugos y fibras reponiendo vitaminas cada dos horas, así como realizamos desintoxicación linfática a través de ejercicios dirigidos y limpieza diaria del colon (“colemas” esta vez, pero pueden ser “colónicos” con máquinas que realizan esta tarea); caminatas diarias y gimnasia leve pero continuada. Sabemos que las toxinas son sustancias dañinas para el organismo, que nuestro cuerpo elimina de manera natural, a través del hígado, los riñones, los pulmones, el sistema linfático y la piel. La idea es reactivar el cuerpo para que cumpla esta función nuevamente, de manera natural.

Millones de personas en el mundo tenemos un problema de salud pequeño pero agobiante, como sobrepeso, fatiga, alergia, depresión, ansiedad o algún tipo de trastorno digestivo. Tal vez necesitamos ayuda para evitar que se desarrolle un problema mayor, como alguna de las llamadas “Enfermedades de la civilización moderna”: Trastornos cardiovasculares, cáncer, obesidad o enfermedades autoinmunes. O tal vez tengas muchas ganas de verte y sentirte más joven y de retrasar el proceso del envejecimiento. Entonces recurrimos a los medicamentos y la cirugía, pero la verdad, según el Dr. Alejandro Junger, creador del programa ‘Clean”; es bastante diferente: EL PODER DE CURAR ESTÁ EN UN LUGAR MUCHO MÁS CERCANO. NO NECESITAS MEDICAMENTOS, TRATAMIENTOS NI EXPERTOS CARÍSIMOS PARA CONSEGUIRLO. Todo lo que necesitas está en tu propio cuerpo, gobernado por una increíble inteligencia natural. La riqueza jamás soñada es el intenso bienestar y la longevidad a que tienes derecho por nacimiento.

UN PERIODO CONCENTRADO DE DETOXIFICACIÓN PRODUCE UNA RESTAURACIÓN GENERAL DE TODO EL CUERPO, TANTO FÍSICO COMO MENTAL. OFRECE UN ACCESO LIBRE A LAS ILIMITADAS RESERVAS DE ENERGÍA QUE IGNORABAS QUE TENÍAS.

“Todas las criaturas en la naturaleza alternan ciclos de crecimiento y actividad con ciclos de descanso, como la hibernación. Así se mantienen las cosas en equilibrio. Los animales dejan de consumir alimentos cuando se enferman. Le dan descanso al sistema digestivo, para desviar la energía hacia la defensa y la curación”.

Se dice que una persona que vive ochenta años digiere 25 toneladas de alimentos durante su vida. Se hace indispensable hacer un alto y seguir un programa como el que describo para desintoxicarnos y dejar que el cuerpo humano recupere su capacidad de auto reparación.

III). – Respirar de manera adecuada incrementa el número de glóbulos rojos, mejora la capacidad del cuerpo para asimilar los alimentos, favorece el funcionamiento del sistema nervioso, brinda mayor fuerza y salud a los pulmones y aumenta la vitalidad del corazón.

¿Has visto cómo respiran los bebés? Lo hacen de manera diafragmática, inflando la barriga. Esa es la manera correcta. Nosotros los adultos tendemos a hacer respiraciones más cortas y menos profundas, utilizando el pecho. Esta forma de respirar no le hace nada bien a nuestro organismo; peor aún, mientras respiramos, hacemos movimientos musculares inadecuados moviendo el cuello y los hombros cada vez que inhalamos.

Otra herramienta que tenemos es la meditación. Es un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo. La meditación puede producir un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila. Durante la meditación, concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos (la mayoría confusos), que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés.

Practicando la respiración correcta y sobre todo la meditación, logramos conectarnos con ese ser superior del que todos sin excepción somos parte, pero que, por diversas razones nos hemos olvidado.

Haciendo un alto a la jornada hemos podido reencontrarnos con nuestra verdadera esencia: Una mente que no “apapacha” pensamientos negativos, un cuerpo dotado para autorrepararse constantemente y un espíritu conectado con Dios, el Universo, tu Poder Superior o como desees llamarlo. Ahora tenemos que regresar al mundo “normaloide” pero con mejores y más poderosas herramientas.

“El que tiene oídos para oír, que oiga” Evangelio de Mateo 11: 15

Nota: El contenido de este artículo, es libre, espontáneo y de completa responsabilidad del Autor. Percy Bustes